Ciudad Real

El yodo en el embarazo previene malformaciones en el feto

Los expertos aseguran que la ingesta de este mineral evita el retraso mental del bebé. Debe tomarse hasta el final de la lactancia

De izda. a dcha: José Antonio Díaz Huertas, Javier Haya y Manuel Amarilla
De izda. a dcha: José Antonio Díaz Huertas, Javier Haya y Manuel Amarillalarazon

Es esencial para el desarrollo neurológico del feto, pero estamos faltos de ello. El yodo, un micronutriente cuya carencia se ha convertido en la primera causa evitable de retraso mental en el recién nacido, también afecta a los españoles, pese a presumir por ser los europeos que mejor nos alimentamos.Según explica Javier Haya, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Ciudad Real, «Es un problema sanitario grave. Es un elemento mineral escaso en la alimentación diaria. Además, tiene un papel importante en la producción de hormonas tiroideas. La dieta normal nos aporta una cantidad límite para generar estas hormonas. Pero durante la gestación no ocurre lo mismo, hace falta más cantidad para que el feto se desarrolle plenamente». En realidad deberíamos tomar entre 200-300 microgramos de yoduro potásico diario.Ésta es una de las conclusiones alcanzadas por los expertos del Grupo Español de Yodo en el Embarazo y el Niño (Geyen), –impulsado por Eupharlaw–, en el marco de la «Jornada de Debate sobre la Prevención durante el Embarazo de las Deficiencias en el Recién Nacido causadas por Déficit Moderado de Yodo», celebradas recientemente en Granada y presentadas esta semana en Madrid. Otro de los aspectos sobre los que se llegó a un consenso es el relativo la necesidad que existe de prescribir yoduro potásico desde el momento en el que la mujer pretende ser madre, hasta el final de la lactancia. Tal y como afirmó José Antonio Díaz Huertas, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social, «la única forma de atajar el problema es tomar este fármaco eficaz que no tiene efectos secundarios en dosis suficientes y se elimina por la orina». También se rechazó la posibilidad de suplir la necesidad de yodo en el embarazo con polivitamínicos, ya que «dan falsa sensación de seguridad y no llevan la dosis necesaria», señaló Manuel Amarilla, presidente de European Pharmaceutical Law Group (Europharlaw). También hizo hincapié en la falta de información al paciente. «Nos preocupa la atención terapéutica de los ciudadanos y que no se les informe. No hay que engañar a la población. Los polivitamínicos son caros y no están financiados por el Sistema Nacional de Salud, mientras que el yodo sí. Sin embargo, los polivitamínicos tienen el 80 por ciento de la cuota del mercado, y sólo el 20 por ciento de las mujeres toma yodo», concluyó.