Emilio Carrillo intenta forzar ante el PSOE su salida del Ayuntamiento

Poco más de un mes ha durado la «entente cordial» escenificada por «oficialistas» y «críticos» en el PSOE de Sevilla, así como el periodo de reflexión que se autoconcedió Emilio Carrillo tras confirmarse públicamente que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, agotará su mandato. El delegado de Recursos Humanos quiere dejar de serlo, y tampoco le importaría en absoluto renunciar a su acta de concejal, obligando a la dirección provincial socialista de José Antonio Viera a posicionarse en el último enfrentamiento abierto en el equipo de Gobierno y a decidir si pierde a uno de sus principales bastiones en el Ayuntamiento.Carrillo defiende esta misma mañana ante Viera su segundo anuncio de dimisión en la presente legislatura. En julio del pasado año renunció a la Delegación de Urbanismo tras un crudo desencuentro con el alcalde por el reparto de responsabilidades en el atropello mortal de Hytasa, y ahora resuelve abandonar Recursos Humanos, el área de complicada gestión que Monteseirín se empeñó en adjudicarle argumentando que ningún concejal socialista puede permanecer sin competencias y de brazos cruzados.De nuevo, otro grave conflicto interno antecede las pretensiones dimisionarias de Emilio Carrillo, enfrentado con la mismísima junta de Gobierno local por su negativa a acatar la orden expresa de reabrir el edificio de servicios municipales de Diego de Riaño, cuyo desalojo defiende el delegado de Recursos Humanos hasta la elaboración de los informes técnicos oportunos. La suspensión temporal, también por parte de la junta de Gobierno local, del acuerdo de negociación colectiva de 2009 rubricado con los sindicatos municipales es la gota que colma el vaso para Emilio Carrillo. El concejal socialista se siente «acosado» en sus decisiones por el alcalde y sus concejales más «afines», así que considera «absurdo» mantenerse al frente de Recursos Humanos.Como ya ocurriera el verano pasado, Carrillo tiene la firme intención de renunciar expresamente a estas competencias de gestión, pero deja en manos de la dirección provincial del PSOE la «patata caliente» de decidir su futuro como concejal. Sin vuelta atrásSegún informó Europa Press, citando a fuentes cercanas al todavía edil socialista, su decisión respecto al área de Recursos Humanos es «irrevocable» ante una situación que considera «insostenible» y que está afectando a personas totalmente ajenas al endémico enfrentamiento entre las «facciones» del PSOE, como los trabajadores del Ayuntamiento.En cambio, Carrillo se muestra dispuesto a someterse a la disciplina del partido y a continuar como concejal «sin cartera» –sólo ostentando el simbólico cargo de portavoz adjunto del grupo municipal socialista– si así se lo piden José Antonio Viera y su equipo directivo.No obstante, desde la ejecutiva provincial del PSOE se certificó a LA RAZÓN de Sevilla que, hasta la reunión bilateral entre Carrillo y Viera esta misma mañana para analizar los conflictos vividos en el Ayuntamiento en los últimos días, no hay constancia oficial de la dimisión del todavía delegado de Recursos Humanos.Otras fuentes de la ejecutiva socialista ratificaron a LA RAZÓN de Sevilla que el partido desconocía las intenciones de Carrillo, aunque no ha sorprendido a nadie. De hecho, insistieron en que la voluntad del edil socialista es dejar el Ayuntamiento ante las «presiones que sufre» y el enquistamiento de un problema que, a estas alturas, ya se ha convertido en algo «personal» y cuya solución parece inviable.Ante esta panorama, José Antonio Viera no parece tener muchas opciones, aunque la marcha de Carrillo supondría una gran pérdida para los «oficialistas», poniendo en duda la débil paz firmada por los socialistas de cara a los votantes.