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Oporto

Entre el drama y la comedia

Enrique Cerezo asegura que «no se puede hacer un drama donde no lo hay». Al presidente le convenció la explicación del técnico

El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, ayer, rodeado de periodistas
El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, ayer, rodeado de periodistaslarazon

madrid- ¿Drama, tragedia o una simple comedia bufa? Lo que pasa en el Atlético de Madrid, una vez que el equipo se despeñó en Oporto por culpa de un entrenador timorato, pelín cobarde y algo obcecado, cabe en cualquier género teatral o en cualquier guión cinematográfico, de los que luego produce el propio Enrique Cerezo. Han pasado tres días desde que el conjunto rojiblanco quedó apeado de la Liga de Campeones y en el entorno del club, en la afición y en los medios informativos todavía no hay explicación convincente por parte de Abel a la ausencia de Diego Forlán en el equipo titular. Eso sin entrar a valorar las declaraciones de Agüero, que pone la cerilla en la gasolina del incendio rojiblanco. Lo de Maniche, ejemplar futbolístico que nunca debió pisar el Vicente Calderón, por sus dotes en el césped y su conducta fuera de él, es mejor aparcarlo y analizarlo en otro departamento de la entidad.El presidente Cerezo, persona entrañable, poco amante del fútbol y con vis cómica suficiente como para salir del paso cuando le aprietan, es de los pocos que ha entendido al técnico. Y ayer, rodeado de micrófonos, afirmó que «no se puede hacer un drama donde no lo hay». Fue su contestación a la pregunta sobre la suplencia de Forlán. Para añadir, instantes después, que Abel Resino, hasta el 30 de junio entrenador del Atlético, dio unas «explicaciones más que convincentes» sobre ese asunto.Conformista, pues, Cerezo cuando la masa social que él preside –algunos de los socios volverán a pedir mañana su pescuezo en la puerta cero del Calderón– considera que Abel se equivocó, que le dio un ataque de entrenador y que quemó todas sus opciones, si es que tenía muchas, de continuar en el banquillo rojiblanco la próxima temporada. Está claro que el papel de Cerezo no es el de pirómano como Agüero, tiene que actuar de pacificador o de bombero.Y en medio de la tormenta mediática contra su técnico reconoció, al menos, su disgusto. «Me he decepcionado por el resultado, porque tenía tanta ilusión en pasar como el que más, pero no hay que hacer un número de si salió uno u otro. El equipo tiene 24 jugadores que pueden salir en cualquier momento y el entrenador es el que lo decide», declaró. «No se puede hacer un drama donde no lo hay. El drama fue perder la eliminatoria, porque somos uno de los pocos equipos que hemos salido invictos de la Liga de Campeones», añadió.Sobre la ausencia de Forlán dio su versión. «En el fútbol siempre que uno se levanta hay sorpresas. Ningún entrenador ni ningún jugador quiere perder. Es el entrenador el que hace las alineaciones, él tenía un plan para ese partido y desgraciadamente no ha salido bien, pero es su decisión y hay que respetarla». Insistió en que hay que ganar al Villarreal, en que no han impuesto condiciones para que no juegue Maniche y que hasta junio no hablarán.