Bruselas
Estrasburgo avala la ilegalización de Batasuna
Sostiene que la decisión adoptada por los tribunales españoles respondíaa «una necesidad social imperiosa»
Batasuna se quedó ayer sin su último salvavidas judicial para volver a la vida política. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha respaldado la ilegalización de la formación abertzale en 2003, al considerar que respondía a «una necesidad social imperiosa». El Tribunal, con sede en Estrasburgo (Francia), y vinculado al Consejo de Europa, institución diferente e independiente de la UE, cerró firmemente todos los atajos argumentales con los que Batasuna quería dar la vuelta a las sentencias del Tribunal Supremo y el Constitucional, y considera que la formación radical «implica un gran peligro para la democracia española».Tras la sentencia con la que el Tribunal Supremo ilegalizó a Batasuna en abril de 2003, y la confirmación en enero del año siguiente por el Constitucional, la agrupación abertzale interpuso hace cinco años dos recursos ante la corte de Estrasburgo contra esta decisión, amparándose en el artículo 10 y 11 de la Carta Europea de Derechos Humanos, que protege la libertad de asociación y la vulneración de la libertad de expresión y a un recurso efectivo. En su demanda, la formación de Arnaldo Otegi aseguró que la Ley de Partidos se promulgó expresamente para proceder a su ilegalización y acabar con «la expresión del independentismo vasco».Los jueces europeos desmontaron toda la defensa de los aber-tzales. Así, en la sentencia indican que «la disolución puede considerarse como necesaria en una sociedad democrática, especialmente para mantener la seguridad pública, la defensa del orden y la protección de los derechos y las libertades».«Partidos separatistas»El tribunal discrepa de la opinión de que las instituciones españolas quisieran estrangular a la corriente independentista vasca. Recuerda que existen partidos políticos «considerados "separatistas"que coexisten pacíficamente en varias comunidades autónomas españolas». Y más adelante añade que cualquier partido puede proponer el cambio de la estructura constitucional de un Estado si cumple dos condiciones: que los medios utilizados sean legales y democráticos, y que el cambio propuesto sea compatible con los derechos democráticos fundamentales.La Sala de Estrasburgo niega también que se haya aplicado retroactividad, al tener en cuenta para su ilegalización sólo los actos que se realizaron desde la promulgación de la Ley de Partidos, en junio de 2002, y la decisión de la Justicia española. Igualmente, respalda la proporcionalidad de la decisión y observa la vinculación de la formación vasca con los actos violentos a través del comportamiento de sus miembros y dirigentes. En este sentido, la sentencia señala que el programa político «no puede ser tenido en cuenta como el único criterio para determinar sus objetivos e intenciones» y HB-EH-Batasuna «están muy próximos a un apoyo explícito a la violencia y al enaltecimiento de personas indudablemente relacionadas con el terrorismo». Y concluye diciendo que «esos vínculos pueden ser considerados objetivamente como una amenaza para la democracia».Satisfacción en el SupremoLa decisión de Estrasburgo fue valorada muy positivamente por el Tribunal Supremo, que fue quien acordó la ilegalización de Batasuna. Fuentes de este tribunal expresaron su satisfacción porque se ha demostrado «que en el Supremo se hacen las cosas bien».
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