ETA a Europa

ETA ha vuelto a ser legalizada como partido y lo malo de la legalización de un partido de ETA por el Tribunal Constitucional es que, visto lo visto, no se puede leer ese hecho como una decisión independiente. Lo malo es que, dada la fe ciega que tenemos en la capacidad probada de este Gobierno para manipular la Justicia y concretamente dicho órgano judicial -que en cuanto al Estatut padece una sospechosa amnesia-, ese hecho nos lleva a una inevitable pregunta: ¿qué puede estar maquinando La Moncloa para que le haya interesado esta candidatura? ¿Responde a una estrategia de dividir el voto nacionalista? ¿Es para seguir presionando a la banda terrorista con premios y castigos según se porte? ¿Se va a ilegalizar a Iniciativa Internacionalista para las elecciones municipales o se le va a dejar colarse para que sea el sustituto de ANV en los ayuntamientos vascos? ¿Se hace esto para permitir lo otro y para que haya siempre un partido de ETA como un mortificante cilicio de la democracia española? No me cansaré de repetirlo. Los verdaderos sabotajes al cambio vasco no van a venir de los nacionalistas, que no han podido montar ni una huelga verosímil, sino de Madrid. Y esta legalización es el primero de ellos. La «falta de indicios» argumentada no es un desliz en materia de lucha antiterrorista sino de cultura general básica. ¿No saben esos magistrados quién es Alfonso Sastre y quién fue su mujer, Eva Forest?