Bagdad
ETA quería matar a hijos de guardias civiles para vengarse de su eficacia
Dos terroristas dejaron aparcada la furgoneta bomba catorce horas antes de que se produjera la explosión.
ETA intentó ayer una matanza de guardias civiles y de sus familias en Burgos.120 personas, de ellas 41 niños, se encontraban en el edificio de la Comandancia, la mayoría durmiendo, cuando la banda hizo estallar, a las cuatro de la madrugada, una bomba «Grosni», escondida dentro de una furgoneta Mercedes Vito de color blanco que dos individuos habían dejado en un aparcamiento próximo catorce horas antes. Como es habitual en los ataques a la Benemérita, Cuerpo al que odian y temen por su eficacia antiterrorista, los pistoleros no avisaron de la colocación del artefacto con el fin de causar el mayor número de víctimas. El hecho de que la bomba estallara en un espacio abierto y que la onda se expandiera en todas direcciones aminoró los efectos de la explosión, que causó cuantiosos daños.Las 65 personas que tuvieron que ser atendidas, sobre todo de cortes producidos por cristales y crisis de ansiedad, habían sido dadas de alta a primeras horas de la tarde. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que viajó a Burgos, subrayó que se trataba de un «gran atentado fallido».Miembros de la Guardia Civil comentaron a LA RAZÓN que el hecho de vivir en un cuartel no se puede convertir en un «plus» para ser considerado como posible víctima de un atentado. Subrayaron que esta acción criminal debe ser equiparada a las que cometen los islamistas en Bagdad o los talibanes en Kabul, en mercados repletos de gente.La Mercedes Vito, probablemente robada y preparada en Francia, fue dejada en el aparcamiento que se encuentra en la parte posterior de la Comandancia. Se trata de una zona que es utilizada para estacionar por los vecinos de la zona, e incluso por los que llegan de localidades cercanas con el fin de hacer gestiones en la capital burgalesa. La razón es que casi siempre hay sitio.Los servicios de contravigilancia de la Comandancia empezaron a sospechar de la furgoneta a primeras horas de la madrugada, al llevar tantas horas aparcada. La matrícula correspondía a una de igual modelo y color propiedad de un vecino de la localidad burgalesa de Santo Domingo de Silos. A partir de las dos de la mañana se iniciaron las gestiones para tratar de localizarle y preguntarle si el vehículo que estaba en la explanada era el suyo. Sin embargo, no se pudieron culminar y la explosión se produjo a las cuatro.Potente detonación«Fue como un terremoto». Los testigos coinciden en destacar la potencia de la detonación. En los primeros momentos, se temió lo peor, pero conforme iban pasando los minutos se pudo comprobar que no había víctimas mortales ni heridos de gravedad. Las asistencias, dentro de una gran coordinación, se personaron en el lugar rápidamente y comenzaron a atender a las personas afectadas.Los cuarteles de la Guardia Civil estaban alertados desde hace algunas semanas ante la posibilidad de que ETA cometiera un atentado con furgoneta bomba. Datos confidenciales obtenidos por la Benemérita en Francia indicaban que la banda disponía de tres vehículos de este tipo, entre ellos una Mercedes Vito de color verde, que podían ser traídos a España con el fin de perpetrar acciones criminales. Se trataba de una investigación que se llevaba de forma reservada hasta que el pasado fin de semana un medio de comunicación publicó los datos de dichas furgonetas.Una información sobre la Comandancia de Burgos fue realizada por Iñigo Gutiérrez, del «comando Hegoak», desarticulado en 2008, del que formaban parte Aitor Cotano y Asier Borrero, recientemente detenido en Francia. Además de las dependencias de la Benemérita, había vigilado el edificio del Museo Militar de Burgos.
El 666 del diablo en la matrículaSerá una coincidencia o una maldad más de los etarras, que pretendían asesinar a todos los habitantes del cuartel, entre ellos a 41 niños. La matrícula escogida para «doblar» (ponerle una igual en un vehículo del mismo modelo y color) la Mercedes Vito en la que iba la bomba, era la 8666-BRG. Agentes de la Guardia Civil comentaron este detalle a LA RAZÓN y subrayaron que, una vez más, había sido el manto de su Patrona, la Virgen del Pilar, el que les había protegido ante la matanza que planeaba ETA.
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