Zaragoza

ETA reaparece en pleno proceso de ilegalización de ANV y PCTV

ETA reapareció esta noche con una mochila bomba en la localidad guipuzcoana de Vergara en el que supone su primer atentado en lo que va de año y después de que juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenara ayer el ingreso en prisión de los dirigentes de Batasuna Pernando Barrena y Patxi Urrutia, detenidos el pasado lunes, y en pleno proceso de ilegalización de Acción Nacionalista Vasca (ANV) y del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV).
Una de las últimas acciones de la banda terrorista ETA tuvo también como objetivo unos juzgados. Así, el 16 de este mismo mes, ETA hizo explotar un artefacto de parecidas características contra el Juzgado de Paz de Sestao (Vizcaya), ocasionando cuantiosos daños materiales en las viviendas adyacentes de 31 familias de dicho municipio. 
Anteriormente, el 24 de diciembre, a la hora en la que el Rey pedía en su tradicional discurso de Navidad unidad a los partidos políticos en la lucha contra el terrorismo, ETA colocó una bomba compuesta por 5 kilos de explosivo contra una de las dos casas del Pueblo que el PSE tiene en la localidad vizcaína de Balmaseda. Además de reventar la sede socialista, los efectos del atentado alcanzaron de lleno a numerosas viviendas. Ambas acciones fueron reivindicadas por la organización terrorista en un comunicado el pasado día 2 de enero.
Previamente, el 14 de diciembre, la banda terrorista amenazó a través de un comunicado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y reivindicó el asesinato de los agentes de la Guardia Civil Raúl Centeno, de 24 años, y Fernando Trapero, de 23. Ambos murieron tras ser tiroteados por tres etarras --dos hombres y una mujer-- en Capbreton (Francia) el 1 de diciembre. ETA perpetraba de esta forma el primer atentado con víctimas mortales desde que la banda oficializara el 5 de junio a través de un comunicado la ruptura del alto el fuego permanente. 
Desde entonces, la banda terrorista ha cometido otros seis actos terroristas. El último con heridos tuvo lugar el pasado 9 de octubre en Bilbao, cuando ETA colocó una bomba lapa en el automóvil que conducía el escolta Gabriel Ginés Colás, de 36 años y natural de Zaragoza, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Previamente, el 24 de agosto pasado, la banda terrorista perpetró un atentado con furgoneta-bomba contra un cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya), en el que dos agentes resultaron heridos leves.
Las últimas víctimas mortales de ETA se remontan al 30 de diciembre de 2006, cuando con la tregua aún vigente fueron asesinados en el aeropuerto madrileño de Barajas los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. 
Tras el comunicado de ruptura del alto el fuego permanente, el 25 de julio ETA colocó dos pequeños artefactos en las inmediaciones del recorrido que ese día hacía el Tour de Francia por Navarra sin causar heridos ni daños materiales. 
El 24 de agosto, la banda terrorista atentó con una furgoneta-bomba cargada con entre 80 y 100 kilos de explosivo contra el Cuartel de la Guardia Civil en Durango, ocasionando heridas leves
a dos agentes del Instituto Armado e importantes daños materiales.
Dos días después, el 26 de agosto, una furgoneta apareció destrozada en Castellón fruto de una explosión. Este vehículo pertenecía a un matrimonio de Orio (Guipúzcoa) que junto con su hijo fueron secuestrados en las Landas. Los terroristas pretendían repetir el 'modus operandi' del atentado de la T-4 y mantener retenidos a los dueños hasta cometer un atentado y evitar que denunciasen el robo.
El 2 de septiembre, un artefacto de escasa potencia explotó a la altura de Fuenmayor, en La Rioja, en la AP-68. En esa fecha, un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA llamó a la DYA de San Sebastián para alertar de la colocación de cinco artefactos en otras tantas carreteras de la red nacional, coincidiendo con la operación de regreso de vacaciones. 
El 9 de septiembre, ETA informó en una llamada al diario 'Gara' de la colocación de un artefacto explosivo en la sede de la delegación de Defensa de Logroño previsto para estallar a las 23.30 horas. Se trataba de un coche bomba que finalmente no explotó por un fallo del cordón detonante y que estaba cargado con 61 kilos de explosivo. El vehículo había sido robado el 3 de septiembre en Francia.
En la madrugada del 26 de septiembre, la banda terrorista hizo explotar un artefacto de escasa potencia frente a la comisaría de la Ertzaintza de la localidad guipuzcoana de Zarautz, que no provocó daños personales aunque sí importantes desperfectos. 
Días después, el 9 de octubre, ETA colocó una bomba lapa en el automóvil que conducía Gabriel Ginés Colás, de 36 años y natural de Zaragoza. El escolta, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado, protegía al concejal del PSE de Galdácano Juan Carlos Domingo, quien se encontraba de viaje. El coche de Ginés estalló alrededor de las 13:30 horas en el barrio de La Peña (Bilbao). 
La onda expansiva causó heridas leves a otras tres personas que fueron atendidas en el lugar del atentado por los servicios sanitarios y que presentaban lesiones localizadas en los oídos. La explosión, que calcinó el coche del escolta, alcanzó también a otros vehículos y contenedores cercanos.
El último atentado tuvo lugar el 11 de noviembre, cuando la Ertzaintza desactivó dos bombas de cinco y tres kilos de cloratita colocadas por ETA en el exterior del edificio de los juzgados de Gexto (Vizcaya). Los terroristas avisaron previamente de la colocación de la primera, pero no así de la segunda, ubicada en una papelera cercana a los juzgados. Un día después, un artificiero de la policía autónoma vasca sufrió la amputación de cuatro dedos de la mano izquierda cuando manipulaba dicho artefacto.
La Ertzaintza identificó a Jurdan Martitegi Lizaso y Arkaitz Goikoetxea Basabe como los presuntos autores de este intento de atentado. Ambos habrían participado también en la acción terrorista del pasado agosto contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango.
Aparte de estas acciones terroristas, el día 6 de enero fueron detenidos en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, que se encuentran en prisión por su relación con el atentado de la T-4 que acabó con la vida de dos ecuatorianos. 
La detención de estos dos miembros del comando Elurra de ETA permitió además la localización de dos zulos de la banda terrorista con explosivos en Lesaka (Navarra) y Huesca. 
El zulo de Lesaka, en el que se hallaron 26 kilos de explosivo, estaba situado a 500 metros de la localidad navarra, en la casa que se estaba construyendo Martin Sarasola. Asimismo, la noche del 7 de enero finalizó el registro de un primer zulo vinculado también a estos dos presuntos terroristas en Sabiñánigo (Huesca). En este lugar se encontraron más de 125 kilos para la fabricación de material explosivo. 
Además, el pasado día 31 de enero se localizó un barril de cerveza en la localidad vizcaína de Getxo que contenía unos 30 kilos de explosivo.