Europa respalda el «avión español»

«Visión común, ambición por el mismo proyecto, consenso absoluto en torno a los avances y una moratoria de un mes para terminar de perfilar el perímetro de la negociación». Así resumió el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, los resultados de la reunión que mantuvieron ayer en Sevilla los siete ministros de Defensa de los países participantes en el programa A400M, que acumula ya tres años de retraso.
Los ministros acordaron prorrogar la moratoria actual en un mes más para terminar de establecer el perímetro de negociación que desbloquee la construcción del avión de transporte militar, por lo que en julio se convocará una nueva reunión, previsiblemente en Francia, para abrir un proceso de renegociación del contrato que terminará antes de final de año.
De esta manera, a pesar de las dificultades económicas, los siete países –España, Reino Unido, Alemania, Francia, Luxemburgo, Turquía y Bélgica– manifestaron su vocación de seguir en un programa que «determinará su capacidad militar estratégica», según apuntó Méndez.
Hasta el momento, un grupo técnico ha evaluado los aspectos operacionales, financieros y comerciales del proyecto. Según Méndez, los expertos determinaron que el programa «es viable técnicamente» y que, tras la reorganización que acometió la industria, el nuevo modelo resultante «es también una garantía adicional de futuro». En relación a los aspectos financieros, «los más difíciles», Méndez aseguró que dicha discusión «sólo podrá cerrarse en el proceso mismo de renegociación del contrato, pero buena parte de los asuntos previos ya están siendo contestados por la industria a satisfacción de los países».
Sin embargo, la cuestión económica podría ser el principal escollo. Los gobiernos y la empresa EADS-CASA tendrán que consensuar un nuevo calendario de entregas y fijar los compromisos de pago. «Estamos en los problemas que la fase de producción, la última en este tipo de programas, puede generar a los países que están colocados los primeros en la recepción de los aviones», subrayó Méndez, aunque matizó que estos detalles «los tendrá que fijar la industria». En el encuentro no se habló de posibles contraprestaciones por los retrasos, un asunto que, no obstante, tendría que ser resuelto bilateralmente entre el país afectado y la industria. Sobre la posición del Reino Unido, que amenazó recientemente con su salida, confirmó su apuesta «total» por el programa.

TRES ESCOLLOS
1/ financiación: Será el principal escollo de la negociación que se abrirá a finales de julio. Los gobiernos y EADS-CASA tendrán que fijar nuevos compromisos de pago.
2/ retraso: Los siete países acordaron en primavera dejar en suspenso el programa durante tres meses para analizar futuras salidas. El proyecto acumula ya tres años de retraso.
3/ contraprestaciones: En la reunión de ayer no se trataron las contrapartidas posibles por el retraso, que es algo que deberá ser analizado con posterioridad entre los países afectados y la industria.