Roma

Filiberto de Saboya el rey de la pista

«Estoy orgulloso de ser un Saboya», manifestó el hijo del heredero al trono tras su victoria que espera rentabilizar en las elecciones europeas. Filiberto de Saboya, en uno de sus coreografías con la bailarina profesional Natalia Titova

Filiberto de Saboya, el rey de la pista
Filiberto de Saboya, el rey de la pistalarazon

Italia sorprende cuando vota a su concursante favorito de un programa de televisión. La primera vencedora insólita fue Vladimir Luxuria, la transexual y ex diputada comunista que ganó «La isla de los famosos» hace cuatro meses gracias a los mensajes que enviaron los espectadores. Este fin de semana la pequeña pantalla ha dejado a un nuevo triunfador llamativo: el príncipe Emanuele Filiberto de Saboya, último exponente de la antigua familia real italiana. Impulsado por sus necesidades económicas y por su deseo de ganarse a sus compatriotas, el príncipe sin reino (Italia abolió la monarquía hace 63 años) decidió participar en el concurso «Ballando con le stelle», versión italiana de «¡Mira quién baila!». Tras varios meses de galas en el primer canal de la televisión pública RAI, este fin de semana Emanuele Filiberto y su compañera de baile, la profesional Natalia Titova, fueron elegidos la pareja vencedora por el 75 por ciento los espectadores que votaron a través de sus teléfonos. El programa, que duró cuatro horas, fue la estrella de la noche del sábado, con más de 6,5 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 33,57 por ciento. Victoria de los italianos «Estoy contentísimo», dijo el joven príncipe mientras le entregaban una gigantesca copa. Recompuesto de la emoción inicial, aprovechó para mandar un mensaje a los que no han podido ser sus súbditos. «La victoria es, sobre todo, de los italianos que me han votado y me han descubierto». Al día siguiente Emanuele Filiberto concedió una entrevista al diario turinés «La Stampa» en la que recordó que algunos medios habían escrito que la votación podía convertirse en un plebiscito sobre la monarquía. «No ha sido así. Han votado a la persona, no al apellido. Yo estoy orgulloso de ser un Saboya y de mi historia aunque he preferido presentarme como Emanuele Filiberto. He ganado sólo porque he aprendido a bailar bien y para lograrlo me ha costado estar muerto de cansancio». El hijo de Vittorio Emanuele reconoce que gran parte de los espectadores tenían prejuicios contra él cuando comenzó en el programa. «Creo que he conseguido cambiar la idea de la gente y puedo decir que lo he logrado sin esforzarme. Simplemente me he comportado como soy yo. No he engañado, no he fingido. He sido siempre yo mismo», sentencia el aristócrata. La victoria del príncipe Saboya en la televisión puede catapultar sus aspiraciones políticas. Emanuele Filiberto se presentó a las elecciones generales del pasado año, aunque pasó desapercibido para los votantes, y coquetea ahora con la posibilidad de concurrir a los comicios europeos de junio. Todavía no ha aclarado si lo hará en solitario o en el partido de centro UDC.