Andalucía
Fritos a impuestos
Tenía que llegar. Cuando uno se dedica a gastar sin parar no tiene más remedio que aumentar los ingresos para compensar los gastos. Y en esas estamos. El presupuesto del subsidio de desempleo se nos ha disparado y necesitamos recaudar más para pagarlo. Los ingresos por impuestos se han ido a pique porque no hay actividad económica, no hay movimiento y, por tanto, no hay quien suelte más dinero por el Iva, el patrimonio, las tasas especiales o el Irpf. No sé si hemos tocado fondo, como dice Zeta, pero me da que es más cierto lo que dice Felipe. O sea, que «puede que la crisis haya tocado fondo, pero también puede que nos arrastremos por el suelo durante diez años o más». Los japoneses llevan ya doce ejercicios de agobio. Y ahí siguen. Con la diferencia de que en España gastamos sin parar. Aunque el déficit público se ha disparado, aquí el personal no hace más que pedirle dinero a papá Estado. Más para los ayuntamientos. Más para los sindicatos. Más para el desempleo. Más para las autonomías. Y Zapatero presto a decir a los gobiernos autonómicos que, no hay problema, Montilla, porque Cataluña recibirá por encima de la media. Y a Griñán que, no hay problema, compañero, porque Andalucía recibirá más que los demás. Y a los demás que, no hay problema, muchachos, porque habrá dinero de sobra para lo que planteáis. Que no es poco. Las regiones están al borde del colapso. Algunas no pagan desde hace meses. La deuda se ha disparado, igual que las previsiones de déficit. Necesitan más dinero como sea para abordar tanto derroche en cargos y coches, en sueldos y funcionarios, en gasto farmacéutico y nacionalismo cultural. En embajadas a tutiplén para tener contento a Carod-Rovira. En televisiones autonómicas, que pierden la friolera de mil millones de euros cada año. La mayor parte, en Andalucía y Cataluña, ambas socialistasDa igual. A Zapatero todo eso le da igual. Cerrará Garoña aunque nos cueste dinero y no modificará el mercado laboral porque lo más importante es tener contentos a los sindicatos. Quiero decir, a Méndez. Y para los ciudadanos, más paro, más impuestos directos e indirectos y más multas por doquier. Es lo que faltaba. La voracidad recaudadora de la DGT no tiene límite., En 2005 ingresó por multas 62 millones más de lo presupuestado. En 2006, 76. En 2008, 108. Y en 2009 calculan que 124. Hay que sacar dinero hasta de debajo de las piedras, y por eso esta nueva ley viaria que pretende aparentar otra cosa pero que en realidad lo que va a hacer es sacar euros para tapar agujeros. De ahí que estén todos tan de acuerdo: el gobierno, las autonomías y los ayuntamientos. No saben cómo hacer frente al dispendio presupuestario e inventan fórmulas para cobrar hasta en el acto. O sea, ingresar más para gastar más. Una voracidad recaudadora sin precedentes que no ha hecho más que empezar. La gasolina, el tabaco y las multas son el comienzo de la verbena impositiva que se nos viene encima. Nos van a cobrar hasta por respirar. Fritos a impuestos en este verano de calores y sopores. Eso sí, ellos no parecen dispuestos a hacer esfuerzo alguno. Ni menos sueldos ni menos cargos ni menos asesores. Que se ajusten el cinturón los ciudadanos, que para eso están. Y al que no esté de acuerdo, se le multa.
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