Comunidad de Madrid

Gamón dice que los partes son «panfletos» y que cesó por un problema personal

El director del Área de Seguridad de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, Sergio Gamón, ha afirmado hoy que los partes de seguimiento a políticos publicados por «El País» son «panfletos» sin «ninguna veracidad», y ha explicado que su cese, en julio de 2008, se debió a un «problema muy personal». Sergio Gamón, que ha abierto la sesión de hoy de la Comisión de Investigación sobre la supuesta trama de espionaje en la Comunidad de Madrid, ha asegurado que «nunca» ha «visto esos panfletos» y que «nunca» se le ha «ordenado un seguimiento a nadie». «Nunca pensé que se me pudiera involucrar en estos temas. He cometido muchos errores, pero éste que me quieren imputar, no», les ha dicho a los parlamentarios regionales, a los que ha explicado cómo este asunto le ha «perjudicado». Gamón ha denunciado que se ha «indagado» entre sus vecinos sobre su vida y sobre si va a visitarle a su casa la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, aunque ha dicho que lo que más siente es haber visto «llorar» a su padre de 80 años. «Ir a comer a casa de tus padres y ver a tu padre llorar es jodido y es lo que más siento de verdad, que mi padre con ochenta años viendo unas noticias en televisión salga su hijo por esto», ha protestado. Los hechos no se sostienen», ha defendido Gamón, que ha argumentado que, cuando «El País» comprobó que Marcos Peña (asesor) no trabajaba en la Comunidad durante las fechas de los partes de seguimiento, el diario tuvo la «necesidad de buscar un nuevo responsable» y le «señaló» a él. «Nunca he ordenado, consentido ni amparado ningún tipo de espionaje ni seguimiento a cargos públicos, ni he conocido jamás una acción de este tipo dentro de la Dirección General. Mis equipos no se dedicaron jamás a esas actividades, que hoy están absolutamente descalificadas», ha declarado en la comisión, donde ha insistido en que ha sido «objeto de linchamiento publico por parte de la oposición y de algún medio». Gamón, que era director general de Seguridad cuando se realizaron los supuestos partes de seguimiento al vicealcalde Manuel Cobo y al entonces consejero de Justicia e Interior Alfredo Prada, fue destituido por Granados un mes después de cesar Prada, aunque días después fue nombrado (julio de 2008) director del Área de Seguridad. Según «El País», en junio de 2008, cuando todavía era director general, Gamón irrumpió en el despacho que utilizaba en el Campus de la Justicia Juan Carlos Fernández -hombre de confianza del por entonces recién cesado Prada- y requisó documentos y un ordenador. En su comparecencia, Gamón ha negado que su cese estuviera relacionado con esa información y ha asegurado que fue cesado porque él mismo se lo pidió a Granados a causa de un «problema muy personal». Según ha dicho, desde abril de 2008 a julio le estuvo pidiendo a Granados que le cesara y éste al final, aunque no consideraba que era un «momento apropiado», accedió, cuando en julio se puso «muy cabezón» y se lo pidió «por favor» porque su «problema personal» se había «agravado un poco». Ha explicado que cuando estuvo en el Campus de la Justicia, por orden del viceconsejero Alejandro Halffter, sólo visitó el «despacho del administrador» y que no requisó nada. «No tengo ni idea de dónde estaba el despacho de Juan Carlos Fernández. Sólo visité el despacho del administrador, donde estuve reunido con el administrador, el subdirector y el jefe de seguridad, y salí de allí como entré, con las manos vacías», ha aseverado. Sobre esa visita al Campus de la Justicia, Gamón ha «corregido» lo dicho en la comisión el pasado viernes por el subdirector de Seguridad Operativa, Miguel Castaño, respecto a las personas que le acompañaron. Castaño dijo en la comisión que fue al Campus de la Justicia acompañado de Sergio Gamón y de otras dos personas a las que identificó como «José Rodríguez» y «Roberto» (asesores). Gamón, sin embargo, ha sostenido que «ninguna de esas dos personas fue» allí con él, y ha atribuido a un «error» de memoria de Castaño que éste hubiera hecho esa afirmación. Ha apuntado que el viceconsejero Halffter le llamó por teléfono y le preguntó si conocía «dónde estaba ubicado» el Campus de la Justicia y se conocía «cómo se trabaja allí», y que, al contestar que no, Halffter le pidió que fuera. También ha indicado que no tuvo «nada que ver con el borrado» de las cintas de las cámaras de seguridad que grabaron esa visita. Tras afirmar que tampoco tiene «ni idea de los viajes al extranjero» del vicepresidente regional, Ignación González, ha considerado que los seguimientos de los que éste ha sido objeto son los «únicos hechos probados» de la supuesta trama. Ha dicho también que fue el ex consejero Alfredo Prada el que le fichó y que, durante el tiempo que trabajó para él, no recibió «ninguna instrucción del consejero Francisco Granados ni de ningún miembro del gobierno». Gamón ha admitido que fue «citado», aunque no recuerda la fecha, por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cuando ésta abrió la investigación interna sobre la supuesta trama, y que también se entrevistó con la secretaria general técnica de la Consejería, Mar Pérez Merino, a la que Granados encargó que abriera una «información reservada». Ha asegurado que le da «muchísima pena» que a José Manuel Pinto, al que se ha referido como un funcionario de la Comunidad con veinte años de servicio, se le acuse de haber escrito los partes de seguimiento, y que después de «hablar diez minutos con él» estuvo «segurísimo de que eso era mentira». Ha relatado que tiene «muy buena relación» con Enrique Barón (director general de Seguridad e Interior) y con Marcos Peña, y que su relación con Esperanza Aguirre, de quien fue jefe de escolta, es «exclusivamente laboral». «No sé por qué se empeñan en mi relación con Esperanza Aguirre. Esa relación es sólo trabajo, trabajo, trabajo», ha subrayado, tras recordar que también trabajó para la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y que ésta le concedió la Cruz al Mérito Civil.