Sevilla
Gobierno y PP trasladan la trifulca electoral al Congreso
MADRID- Mañana de altos vuelos. No por el nivel, sino por las alusiones a los aviones, los trajes a medida y las ayudas a las empresas de las familias, no de las ajenas, sino de las propias de los ministros. A menos de diez días de la cita con las urnas, el PP cree haber encontrado un filón con el que desgastar al Gobierno en plena campaña y en respuesta al acoso socialista por el «caso Gürtel». En todo ello no olviden que a las sedes de los partidos llegan los primeros datos de las encuestas propias. Y no es todo como parecía. El caso es que empezó la mañana, bien temprano en el Congreso, con una ofensiva popular contra Zapatero y su equipo por el uso privado de aviones militares. El primero en sacar el asunto durante la sesión de control fue Mariano Rajoy cuando preguntaba a Zapatero por el cumplimiento del Código de Buen Gobierno. Ésta fue la excusa porque, en realidad, lo que pretendía el del PP era poner el foco en la polémica sobre la utilización del presidente de un Falcon del Ejército para acudir a un mitin del PSOE en Sevilla. Zapatero rehusó entrar al trapo. En realidad, el jefe de la oposición acusaba al Ejecutivo de incumplir todos sus compromisos, de no llevar iniciativas a la Cámara Baja y de que un jueves sí y otro también no hubiese Pleno, ya que este día de la semana se reserva para los textos que llegan del Consejo de Ministros. La bancada, revueltaFue decir esto y el abucheo de la bancada socialista traspasó los muros del hemiciclo. Él siguió a lo suyo y al objetivo que tenía. Aquí llegó el Falcon. Y Zapatero le replicó que el suyo es un Gobierno «responsable y serio y que no utiliza determinadas cosas por respeto a lo que representa la institución del presidente del Gobierno, a los ex presidentes y a los presidentes futuros por seriedad y responsabilidad».Ahí acabó el duelo. Pero fue llegar el turno de Santamaría y De la Vega, y regresar el debate donde lo dejaron Zapatero y Rajoy, aunque con un ingrediente más: los trajes a medida. La portavoz del PP cargaba de nuevo con el uso de los aviones militares para desplazamientos no oficiales cuando la vicepresidenta primera la acusaba de querer «hacerse unos trajecitos a costa del intachable rigor del Gobierno». Aludía a Francisco Camps y a la trama Correa, claro: «Ustedes no han sido capaces ni de aclarar cómo pagan esos trajecitos», le dijo antes de advertirle que no siguiera «la estela de algunos dirigentes suyos en Valencia, porque hacerse trajes a costa de otros en política es moralmente intolerable».Llegados a este punto ya se mezcló todo, la gripe A, las ayudas de Chaves a una empresa en la que trabaja su hija... Total que Sáenz de Santamaría calificó de «despropósito» que la ministra de Defensa «haya intentado ocultar un brote de gripe A» y demostrado su «manifiesta incapacidad para coordinarse, salvo con «el secretario general del PSOE para poner un avión a su disposición para ir a los mítines». Y dijo más para responder a la crítica sobre los presidentes autonómicos del PP: «Si quiere hablar de estas autoridades no es necesario que coja ningún avión ni que vaya muy lejos: pregúntele a Manuel Chaves por la familia».
Presencia masiva de ministros El Comité Electoral del PSOE está satisfecho con el desarrollo de la campaña y con el resultado del primer cara a cara televisado. Y es que sostiene que Aguilar no sólo convenció a su electorado, sino que «dejó en evidencia las posiciones más reaccionarias de Mayor». El caso es que los datos que manejan han insuflado tanto ánimo en la calle Ferraz que la dirección ha decidido rediseñar la agenda electoral e incrementar la presencia de ministros durante el fin de semana. Blanco, Rubalcaba, De la Vega y Chaves son los más requeridos, pero el resto también tendrá que pisar el ruedo.
sar el ruedo.
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