Crisis política en Italia
«Il Cavaliere» a examen
Silvio Berlusconi espera una victoria apabullante que le catapulte al liderazgo del Partido Popular Europeo en el norte de Italia, aunque no se sabe si sus últimos escándalos por transportar a invitados a una fiesta privada en aviones oficiales puedan afectar a su imagen. Algunos analistas prevén que aumente la abstención.
Silvio Berlusconi es omnipresente. De Catania a Turín pasando por Nápoles, Roma o Bolonia, todas las listas electorales de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), están lideradas por el primer ministro. No importa que el cargo de eurodiputado sea incompatible con su responsabilidad como miembro del Parlamento italiano: «Il Cavaliere» sabe que nadie seduce a las masas como él y ha decidido encabezar el elenco de candidatos del PDL en las cinco circunscripciones en que se ha dividido Italia. Aunque afirma que se trata de una demostración de su interés por Europa, no es más que una estrategia electoral ya que inmediatamente después de ser elegido eurodiputado tendrá que ceder el cargo al siguiente nombre que figure en la lista.
La táctica de Berlusconi ha sido imitada por el miembro de la oposición que con más ardor le critica: el ex magistrado Antonio Di Pietro, máximo dirigente de Italia de los Valores. También él ha decidido liderar el elenco de candidatos a Estrasburgo de su formación, aunque tampoco podrá hacerse cargo de su escaño porque ya es diputado en Italia. No ha seguido el mismo camino el principal grupo del centroizquierda, el Partido Democrático (PD). Su líder, Dario Franceschini, descartó hace meses concurrir a los comicios porque lo considera un engaño a los votantes, que eligen a una persona que luego no les representará en Europa.
Los colegios electorales abrieron ayer sus puertas para los 50 millones de italianos que están llamados a las urnas. También podrán depositar su voto hoy entre las siete de la mañana y las diez de la noche. El fin de semana no sólo servirá para saber quiénes serán los 72 eurodiputados italianos de los próximos cinco años, ya que los electores también elegirán a sus representantes en 62 provincias y 4.281 municipios. La participación en las europeas alcanzó ayer el 17,82%, algo menor que en el primer día de votación de las elecciones precedentes, cuando se alcanzó el 20,50%. El ligero descenso también estuvo presente en las provinciales y en las municipales. En las primeras se registró una afluencia del 19,61 por ciento y en las segundas, del 22,93%. Ambas cifras son más bajas que en los comicios anteriores, cuando se registró un 21,40% y un 23,72%.
La disminución en la participación registrada ayer da la razón a los analistas políticos, quienes auguraban que la abstención podría ser una de las protagonistas de las elecciones. Se vaticina que la disminución en el porcentaje de italianos que acude a votar cunda sobre todo entre los electores de izquierda, desilusionados con las últimas derrotas. La abstención, pues, puede castigar especialmente al PD. La formación nacida en otoño de 2007 con la ambición de cambiar la política italiana tendrá muchas dificultades para alcanzar el 33% de los votos cosechados en las elecciones generales del año pasado.
Descontada la victoria del PD, Berlusconi se juega su ansiado liderazgo del Partido Popular Europeo en el norte italiano, donde tiene enfrente a Umberto Bossi y a su Liga Norte. Aunque son aliados en el Gobierno, Bossi e «Il Cavaliere» pugnan por seducir al mismo electorado de centro y de derecha, que se puede dejar llevar por las preferencias personales que levantan ambos líderes. Es difícil saber si tendrán repercusión en las urnas las últimas polémicas que han rodeado a Berlusconi, motivadas por su supuesta relación con Noemi Letizia y por las fiestas que organiza en su casa de Cerdeña.
El voto en L´Aquila
Las elecciones llegan a L'Aquila dos meses después de que el terremoto la devastara. Debido a la destrucción de muchos de los edificios oficiales, sólo se celebrarán los comicios europeos porque se prefirió retrasar los provinciales y municipales. Los 60.000 votantes de la capital de la región de los Abruzos comenzaron ayer a pasar por las mesas electorales, algunas de las cuales se han tenido que habilitar en tiendas de campaña. Muchos de los que han perdido sus viviendas se encuentran desplazados en hoteles y casas de otras ciudades, por lo que han venido en autobuses hasta L'Aquila para que puedan ejercer su derecho al voto.
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