Inglaterra contra Hamilton

Madrid- La Fórmula 1 vive una reconciliación muy especial. La explosión de Jenson Button como ganador de las dos primeras carreras de la temporada ha provocado que el piloto inglés, muy querido en su país, pero completamente olvidado en los últimos años, haya vuelto a la actualidad y al corazón de miles de aficionados que deseaban que el británico triunfara de una vez por todas en la F-1. Este increíble ascenso tiene su contrapunto en la figura de Lewis Hamilton, cuya popularidad se ha visto salpicada por el último incidente que ha protagonizado con los comisarios, donde se ha puesto de relieve su verdadero carácter, capaz de cualquier cosa por ganar. Esto no ha sentado nada bien en Inglaterra porque en el intento de engañar a la FIA se ha llevado por delante al director deportivo de McLaren, Dave Ryan, que es toda una institución en la escudería y también en el Mundial. Cuando Hamilton fue cazado por mentir en el pasado Gran Pre- mio de Australia culpó inmediatamente a Ryan, que fue suspendido de empleo y sueldo y posteriormente despedido. La situación es bastante más controvertida de lo que parece, porque Ryan es un hombre muy respetado en el «paddock» desde hace 30 años. Conoce muy bien las normas y nadie piensa que obligara a Hamilton a mentir. Lo peor del caso es que el actual campeón del mundo se ha visto obligado a traicionar a una de las personas que más le ayudaron a llegar a la élite. Ryan era el vínculo entre McLaren y la familia Hamilton cuando el campeón del mundo competía en «karting» y todavía era un «proyecto» dentro de la estructura de la escudería. La opinión pública inglesa empieza a dudar de la figura de Hamilton y de que verdaderamente sea el piloto y persona que todos ven él. Cierto sector de la Prensa no ha dudado en criticarle y aprovechar las circunstancias para ensalzar a Jenson Button... Y, de paso, hacer justicia con Fernando Alonso, que, ahora, después de denunciar que no es la primera vez que McLaren miente, empieza a ser creído por una parte de la Prensa que le «destrozó» en su pugna con Hamilton y McLaren hace apenas dos temporadas. Lo curioso del caso es que una de las personas que orquestó la campaña contra Alonso, Matt Bi- shop, está trabajando para McLaren. Ahora hace esfuerzos para que la imagen de Hamilton no sea dañada, pero las constantes polémicas de su piloto provocan que esta labor resulte en vano. Aunque Lewis Hamilton sea el actual campeón, comentaristas de televisión tan importantes co- mo el ex piloto Martin Brundle (BBC), afirman que Alonso es, con diferencia, el mejor piloto de la actual parrilla. En 2003, Button y Alonso, sin quererlo, protagonizaron otra polémica con la prensa británica. Flavio Briatore despidió al inglés, que era la figura emergente del automovilismo nacional, para que el piloto español fuera titular en Renault. Las críticas fueron feroces, pero dos años después, el asturiano era campeón del mundo y Button seguía perdido y muy alejado de los puntos en Williams y Honda. La figura de Lewis Hamilton ha salido muy perjudicada por su última aventura y, además, el recién nombrado director del equipo McLaren, Martin Whismarth, está en el alero por no saber actuar en una situación tan comprometida.