Salud
Instinto básico por Marina Castaño
El instinto erótico se resiente cuando los niveles de testosterona son bajos, tanto en el hombre como en la mujer, pero también pueden influir factores psicoemotivos y sociales, como la baja autoestima o el estrés. Una vida sana incluye, además de un equilibrio en la alimentación y la práctica de ejercicio físico, una actividad sexual regular. El deseo en épocas en que puede estar bajo, puede activarse, regenerarse e, incluso, aumentar, vigilando el consumo de tabaco, las copas de más o la ingesta de drogas y el abuso de determinados fármacos que poseen efectos secundarios de los que forma parte una libido por los suelos. También vigilando el peso y aumentando la práctica de deporte, especialmente el pilates y el yoga, por su trabajo abdominal y con el suelo pélvico, y con la respiración y el ritmo, preparando así el deseo para dejarlo en su justo punto. Otro asunto a combatir es la rutina en la cama, nada peor que el aburrimiento y la monotonía para que cada cual se de la vuelta y se ponga a dormir: es momento de ponerse manos a la obra haciendo algo nuevo, raro, entretenido, creativo, que estimule la imaginación y la fantasía y potencie la confianza mutua. Un bañito a dos, un fin de semana sorpresa, un masajito recíproco con luz de velas aromáticas estimula nuestros instintos más básicos y pone en marcha la tormenta bioquímica del sexo; besos, caricias lentas y suaves, luego fuertes e intensas harán que salten chispas de pasión. Nuestra psique mejorará, y nuestra vida también.
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