Interior elabora un plan contra la ofensiva de ETA al nuevo Gobierno vasco

Madrid- Las Fuerzas de Seguridad trabajan, desde el mismo día en que se conoció que se iba a formar un Gobierno constitucionalista en el País Vasco, con la hipótesis de que ETA iba a tratar de aumentar su actividad terrorista en contra del nuevo Ejecutivo, de todo lo relacionado con él y del Partido Popular, que ha prestado su apoyo a los socialistas vascos. «Otra cosa es que lo pueda conseguir –subrayan expertos consultados por LA RAZÓN– porque estamos preparados y la banda no pasa ahora por sus mejores momentos, gracias a la eficacia policial desplegada tanto en España como en Francia».El comunicado que ayer publicaba «Gara», en el que colocaba al futuro Gobierno de Patxi López como objetivo prioritario, no ha sorprendido a los expertos, que ya esperaban algo parecido. De hecho, las unidades antiterroristas llevan semanas trabajando en la evaluación de los riesgos y en la adopción de medidas para evitar atentados. Por razones de operatividad, se mantienen, lógicamente, en secreto.Desde la misma noche de las elecciones, el entorno de la banda (con la colaboración de algunos dirigentes nacionalistas) se ha dedicado a tratar de deslegitimar el resultado de los comicios. La ausencia de candidaturas proetarras, por primera vez desde que se elige el Parlamento Vasco, ha colocado a los terroristas en uno de los peores escenarios posibles. Era cuestión de tiempo que hicieran sonar su voz.La actividad de ETA se basa en el frente «militar» (atentados) que debe tener su proyección en el «institucional» (Parlamento y ayuntamientos) para que el mensaje que se quiere transmitir con la fuerza de las armas pueda ser «explicado» en unos foros en los que los representantes del brazo político de la banda estaban legitimados (en algunos consistorios continúan todavía). Se trata de trasladar el chantaje de las pistolas y las bombas a los escaños. Eso, a nivel de Parlamento autónomo por fin se ha acabado y los terroristas, pese a las predicciones de los que todavía creen en la «solución negociada», han optado por la vía de la desestabilización.Golpes policialesHace diez años, según las citadas fuentes, las amenazas de ETA contenidas en el comunicado hubieran tenido otra valoración. Hay que tomarlas en serio porque, como ocurrió durante el fallido «proceso de paz», pensar que la banda escribe sólo para sus militantes y que se trata de «mensajes de uso interno», es un gran error.Sin embargo, esta organización delictiva no pasa por su mejor momento. A la ya citada pérdida de poder político se unen los golpes policiales que ha sufrido tanto en España como en Francia. El último, por ahora, la detención del jefe del «aparato de falsificación», Ekaitz Sirvent. Si la Justicia gala acelera los trámites y permite que se pueda acceder en poco tiempo a los dispositivos informáticos que llevaba, los efectos de la operación serán devastadores. Los expertos creen que los políticos del PSE y del PP, así como los miembros de la Ertzaintza, son los objetivos preferentes que se ha marcado ETA. Los primeros porque conforman el acuerdo de Gobierno, y los agentes autonómicos porque van a pasar a convertirse en más «policía española» (así la ha calificado la banda en algunos comunicados). La mayor implicación de este cuerpo en la lucha antiterrorista, como se reclama desde la propia Ertzaintza, es otro factor que incide en que los pistoleros vayan a intentar nuevas acciones contra el colectivo.El incremento de la colaboración con la Policía Nacional y la Guardia Civil, que se da por hecha, va a redundar en eficacia antiterrorista. El despliegue en todas las localidades del País Vasco le permite disponer de una información que a los otros cuerpos les cuesta mucho conseguir, cuando lo logran. Los nombres de las personas que, sin motivos aparentes, han huido de su domicilio son conocidos en los pueblos, y esos datos se comunican casi siempre en las comisarías autonómicas. La Ertzaintza, hasta ahora, se guardaba no sólo esta información, sino otras relevantes sobre indicios encontrados en los lugares de los atentados.El escenario, subrayan los expertos, es preocupante porque ETA tiene capacidad para matar y causar destrucción. Pero también esperanzador porque, con la actual política antiterrorista y la implicación de la Ertzaintza, «estamos en el camino de acabar con la banda».