Nueva York
Jay-Z el rentable novio de Beyoncé
Le llaman «el Frank Sinatra del hip-hop», pero antes de llegar al olimpo de las estrellas vendía droga en un suburbio de Nueva York.
Shawn Corey Carter –su nombre real– es la encarnación del sueño americano. Nació en 1969 en Marcy, uno de los guetos más pobres de Nueva York. Llegó a vender drogas para sobrevivir, pero gracias a
sus rimas se convirtió en superventas y hombre de negocios. Ha despachado veinticuatro millones de discos a lo largo de su carrera. Le han descrito como «el Frank Sinatra del hip hop». Aquí resumimos su meteórico ascenso. Es presidente de Def Jam, el sello más mítico del hip hop, aunque planea renunciar en 2008. En 2006 facturó 34 millones de dólares (23 millones de euros). Sus ingresos vienen de la música, de su participación en la cadena de clubes nocturnos 40/40 y de su porcentaje en el equipo de baloncesto New Jersey Nets. Pero eso es sólo es el principio. Hay un suma y sigue: ha firmado contratos publicitarios on Budweiser, Hewlett-Packard y General Motors. Es, como se decía antes, un potentado con nombre propio en la lista de Forbes.
Con Ridley Scott
Hijo de madre soltera, su padre le abandonó cuando tenía doce años. Afirma que creció con sólo tres pares de calzoncillos. Destacaba en los tests de inteligencia escolares, pero no terminó el instituto. Estaba ocupado con el hip hop y con sus trapicheos de «camello». En 1999 escribió una canción comparando ambas cosas: «The rap/crack game». Hace tiempo que se alejó de las bandas, pero
su imagen de Tony Soprano del hip hop ha contribuido a que Ridley
Scott le encargue la banda sonora de «American Gangster» (2007). En la canción «U don't know» describe su barrio: «Vengo de unas
calles/capaces de tragarse a un hombre/allí las balas te siguen/y tenemos tanta coca/que se puede hacer un slalom». Ninguna discográfica se atrevió a editar a sus canciones.Terminó montando
una propia (Roc-a-fella) y vendiendo casetes desde el maletero de
una furgoneta.
Padrino de Rihanna
¿El secreto de su éxito? Ampliar el radio de seducción del hip
hop. Se acerco al rock en la arrolladora «99 problems» y también en
su colaboración con los metaleros Linkin`Park. En el mundo pop es
conocido por ser el padrino de Rihanna, con quien canta en la célebre «Umbrella». También ha hecho duetos con su novia Beyoncé (ya van cuatro temas juntos). El pasado 22 de diciembre desmintió haberse casado con ella durante sus vacaciones en París. Su primer triunfo comercial vino de una idea insólita: samplear
una canción del musical «Annie». Cogió la parte donde el coro de huerfanitos canta «La vida es dura para nosotros». ¿Quién no se identifica con ese mensaje? Se consagró con «The Blueprint» (2001), un álbum trepidante. Presume de ser una estrella sin haber tenido nunca una canción en el número uno de la lista de ventas.
«Al público le interesan mis álbumes completos».
Lleva saliendo con Beyoncé unos cuatro años y medio. Ella le toma el pelo porque tiene menos Grammy: sólo cuatro frente a los nueve de la ex-Destiny´s Child. Boicoteo los premios en 1999 alegando falta de respeto al hip hop: «Demasiados raperos clasicos siguen siendo ignorados». Se burló de su novia mientras visitaba el barrio de los Knowles. «Me dijiste que en Houston vivías en un gueto y es mentira. Aqui hay césped y la gente hace surf. Además
esta lleno de blancos. Esto no es un gueto, nena».
Steve Toute, mago de los contratos publicitarios en el hip hop, le describe así: «Las empresas necesitan a Jay porque los consumidores saben que no dice gilipolleces. Cuando Jay-Z explica que algo es «cool» puede cambiar una tendencia de mercado. Si te avisa de que no te compres un Range Rover 4.0, sino el 4.6 eso se refleja en los balances de ventas». Allen Iverson, megaestrella del baloncesto opina que «Jay mola porque hace que las cosas parezcan fáciles. Los adolescentes quieren ser como él. La mitad de la NBA quiere ser como él».
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