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La amenaza se llama Donovan

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Aunque nadie apostaba por ellos, los norteamericanos se convirtieron el domingo, tras un auténtico milagro, en el último escollo de España en su camino hacia la final de la Copa Confederaciones. El sueño de disputar a Brasil en la final el trono honorífico de mejor selección del mundo está a sólo un paso. Pero la presencia de Estados Unidos en semifinales no es una sorpresa para todos. Vicente del Bosque ya lo avisó en la víspera del último partido de la primera fase: «Tienen sus opciones y hay que contar con ellos».A pesar de ser un deporte minoritario en su país, la selección norteamericana merece ser tenida en cuenta. Sus progresos son cada vez mayores y ya se ha convertido en una alternativa real a la selección mexicana en la CONCACAF. Con los mejores deportistas del mundo en casi todas las disciplinas, EE UU parece dispuesto a dar el salto en el fútbol, de la mano del equipo de Bob Bradley.El alma de la selección nortea- mericana se llama Landon Donovan, un pionero en muchos aspectos y el capitán con todos los honores. El californiano es también el máximo goleador en la historia de su selección tras el gol que marcó ante Italia. A pesar de contar sólo con 27 años, tiene una carrera muy amplia, con experiencia en Europa incluida.Donovan apuntaba maneras de buen deportista desde muy joven. Era un gran gimnasta y estuvo en una concentración olímpica, pero acabó inclinándose hacia el fútbol. Formó parte de la selección estadounidense sub'17 que acabó cuarta en el Mundial de Nueva Zelanda en 1999. Donovan fue nombrado mejor jugador del torneo. Poco después, ficharía por el Bayer Leverkusen. Pero la mayor parte de su carrera ha transcurrido en la Liga norteamericana, defendiendo a los San José Earthquakes y a Los Ángeles Galaxy, jugando brevemente en el Bayern de Múnich este mismo año.A pesar de los logros de Landon Donovan y sus compañeros en Sudáfrica, es evidente que España es la gran favorita para acceder a la final. A pesar de todo, los jugadores de Del Bosque no quieren confiarse. «Partimos como favoritos, pero no siempre sucede lo que la lógica marca», advertía ayer Pi- qué. «Pensar ahora en la final sería un gran error», añadía. En la misma línea, Pablo Hernández incidió en que «sería una falta de respeto pensar en la final».