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La batalla del Cervantes

La celebración, que no contó con la presencia del ministro de Cultura, reúne a cinco de los seis directores que han estado al frente del centro

Carmen Caffarel junto a, de izqda a drcha, Lafuente, Sánchez-Albornoz, Marqués de Tamarón y Juaristi
Carmen Caffarel junto a, de izqda a drcha, Lafuente, Sánchez-Albornoz, Marqués de Tamarón y Juaristilarazon

Acordaron la respuesta antes de bajar al coloquio. ¿De quién debe depender el Instituto Cervantes? ¿Del Ministerio de Asuntos Exteriores (al que está ligado en la actualidad) o de Cultura? Pero habían decidido eludir este punto con una contestación conjunta. De hecho, no les ruborizó reconocerlo ni tampoco comentar la frase escogida para sortear la polémica: «Está bien que Florentino Pérez se presente a las elecciones del Real Madrid». La celebración por el 18 aniversario de la creación del Instituto Cervantes reunió ayer a cinco de los directores que han estado al frente (el sexto, César Antonio Molina, ministro de Cultura, estaba en Canarias y su ausencia no hizo sino aumentar los rumores de distanciamiento con la actual dirección). Habría sido una gran oportunidad para hablar de los desafíos del español (en Asia, EEUU o África), el horizonte de internet y los objetivos que aún quedan pendientes. Y la interrogante pendiente quedó relegada con un «no es real» esa polémica. Más pesoPero la actual directora, Carmen Caffarel, junto a los anteriores directores, Jon Juaristi, Fernando R. Lafuente, Santiago de Mora-Figueroa y Nicolás Sánchez-Albornoz, se centraron en otros asuntos. Lafuente fue el único que rompió la baraja y propuso una iniciativa: «¿Por qué no se convierte en una secretaría de Estado? De esta manera tendría más peso político y poder de decisión. Se le daría más competencias y firmeza en las tomas de decisiones y podría contribuir con voz propia en el reparto de los presupuestos. Si se le quiere premiar al Cervantes por su mayoría de edad, prémiesele dotándole de mayor peso político, más voz y, sobre todo, más presupuesto». Caffarel aseguró que el 29 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, habrá una fiesta homenaje en los centros Cervantes de todo el mundo. Fue Santiago de Mora-Figueroa quien planteó dinamizar la charla al plantear la imagen cultural que debe propagar España. «En los últimos años se está debatiendo este aspecto de España», señaló Lafuente. Juaristi reconoció que «no se ha dado con ese icono. Sí hay problemas en este punto». Sánchez-Albornoz aseguró que «lo primero es modificar en nuestro país los símbolos, que siguen siendo los toros y la Semana Santa». Lafuente apuntó «que la propiedad privada financie al Cervantes».

Una disculpa a distanciaCésar Antonio Molina disculpó su ausencia ayer con estas palabras: «Donde estoy hoy, un ministro es un ministro, y la agenda de un ministro es la agenda de un ministro, y un director es un director y los demás directores del Cervantes son civiles». Participó en este encuentro a distancia, con un vídeo grabado tan breve como sobrio.