Castilla y León

La crisis obliga al «alumbramiento» en días de una nueva caja regional

Tomás Villanueva advierte que «se ha pasado el tiempo de las improvisaciones» y apela a la responsabilidad.

La crisis obliga al «alumbramiento» en días de una nueva caja regional
La crisis obliga al «alumbramiento» en días de una nueva caja regionallarazon

La paciencia se ha agotado por parte de la Junta de Castilla y León. Las cajas regionales deberán dar un paso definitivo en los próximos días para ese tan «anhelado» proceso de integración y poder competir con solvencia y en las mejores condiciones en los principales mercados internacionales. La gota que ha colmado el vaso han sido las cuentas de resultados en el primer trimestre del año, con un descenso en el beneficio de media de las seis entidades llamadas a la fusión de un 51,8 por ciento, siendo más pronunciado el descenso en Caja Burgos (-77,6 por ciento) y Caja España (-68,7 por ciento).«Son los resultados que preveíamos», señalaba con rostro preocupado el vicepresidente segundo y consejero de Economía de Castilla y León, Tomás Villanueva, quien alertaba que estas cifras serán muchos peores el próximo año. Por ello aseveró que es necesario ya «tomar decisiones» y reclamó a los administradores de las distintas cajas «que apliquen el sentido de la responsabilidad para facilitar la integración».Riesgo de expulsiónVillanueva era claro y tajante, quien no participe en este proceso urgente tiene el riesgo de ser expulsado, y por ello incidió en que «se ha pasado el tiempo de pensar y hay que tomar de una vez una decisión, ya que se está improvisando demasiado».El vicepresidente insistió en que en el caso de que no se aborde este proceso cuanto antes por parte de las entidades financieras, la Junta ejercerá las competencias en esta materia. «Otras comunidades han tomado decisiones y ya cuentan con resultados».Mientras, en la capital de España, el director general de Caja España, José Ignacio Lagartos señalaba que el proceso de integración de su entidad con Caja Duero constituye un proceso «esperanzador» en el que confían, pero que en estos momentos continúan trabajando y analizando las fortalezas y debilidades.Un reto que pasa, según indicó, en la creación de una entidad de importante tamaño» que debe ser «fuerte, eficiente, eficaz y competitiva» y que sirva al desarrollo económico de Castilla y León, a través de la mejora de la calidad de los servicios y a través de la oferta de nuevos productos. También remarcó que hay que evitar, dentro de este proceso abierto, hablar de «qué hay de lo mío» para preguntar siempre «qué hay de lo nuestro» y cómo son capaces de servir así mejor a toda la sociedad castellana y leonesa.En este mismo sentido se pronunciaba el potavoz de la Junta, José Antonio de Santiago Juárez, quien indicaba que es preferible «dejar trabajar a las cajas», aunque ha constatado que existen movimientos voluntarios pero también forzados por los indicadores.«Está claro que nos estamos moviendo, pero también nos mueven», decía De Santiago Juárez, quien ha valorado positivamente que las dos entidades financieras más potentes de la Comunidad, Caja España y Caja Duero, hayan iniciado conversaciones para «tomar el camino de manera decidida» hacia la integración, aunque ha matizado que indicadores como la caída de beneficios y la rebaja en la calificación de consultoras como Moody´s motivan «que se muevan» las entidades financieras.Lo que parece claro es que en los próximos días va a haber movimiento en este proceso, debido a los últimos resultados de las cajas de la Comunidad y sobre todo, a los movimientos que ya se están produciendo en otras autonomías españolas para poder competir en el mercado actual.