Europa

Estrasburgo

La derecha italiana se unifica

La nueva formación promete convertirse en el partido de centro derecha más grande de toda Europa.

La derecha italiana se unifica
La derecha italiana se unificalarazon

Roma- «Nace el partido de los italianos». Es sólo un eslogan, pero contiene casi un 40% de verdad. Este fin de semana comienza la última fase de la unión de las dos principales formaciones políticas del centro derecha de Italia: Forza Italia (FI), la marca electoral de Silvio Berlusconi, y Alianza Nacional (AN), la agrupación posfascista liderada por Gianfranco Fini. FI y AN llevan desde 1994 presentándose de la mano a las sucesivas elecciones, acompañados de aliados terceros que han ido cambiando con los años. El nombre de la coalición, sin embargo, se ha mantenido casi invariable. Primero fue el Polo de la Libertad, luego la Casa de la Libertad y, finalmente, el Pueblo de la Libertad (PdL). Con este último término Berlusconi y Fini concurrieron a las últimas elecciones, logrando que más del 37% de los italianos los reconocieran como su partido. AN dirá adiós a su independencia entre hoy y mañana. El partido fundado por Fini hace catorce años para sustituir al fascista MSI celebra su último congreso nacional, en el que se certificará su disolución en el PdL. En el mismo lugar (el recinto ferial de Roma), el fin de semana próximo se escenificará el nacimiento oficial del nuevo partido y la fusión de las estructuras de FI y AN. Berlusconi no estará presente en los actos de hoy y mañana. El primer ministro no ha querido restar protagonismo a Fini, quien promete un discurso apasionado en el que se espera que desgrane el recorrido de su partido desde la extrema derecha hasta el centro. También tendrá que subrayar de nuevo que «Il Cavaliere» es el único líder del PdL.Sentido de estadoFini, de momento, ocupará una recatada segunda fila y se mantendrá como presidente de la Cámara de los Diputados, un cargo en el que está demostrando un admirable sentido de Estado. Sus colaboradores insisten en que aceptaría con gusto un cargo en Europa, tal vez como máximo representante del PdL en el Parlamento Europeo. El desembarco de Fini en Estrasburgo puede producirse después de junio, cuando se celebrarán las elecciones europeas. Estos comicios serán el primer examen importante para la nueva formación, que espera alcanzar el 40% de los votos. De mantenerse el PdL con estos porcentajes en el futuro, Berlusconi iría preparando poco a poco su conquista al Quirinale, sede de la presidencia de la República. «Il Cavaliere» aspira a ocupar la jefatura del Estado y despedirse así de forma triunfal de la política. Su ascenso último dejaría a Fini el liderazgo del PdL. Y éste, a su vez, podría cumplir su deseo de convertirse en primer ministro. Si no surgen roces insalvables entre ambos y la izquierda continua en su actual estado comatoso, Berlusconi y Giancarlo Fini lo tienen todo de cara para conseguir que el PdL sea el partido de (casi) todos los italianos.