La economía cae un 3% el mayor retroceso en 50 años

España está sumida en la peor crisis de los últimos 50 años. Según los datos del PIB publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la economía se desplomó en el primer trimestre un 3% respecto al mismo periodo del año, y un 1,9% respecto al trimestre precedente, por encima de cualquier previsión realizada por todos los organismos internacionales. Esta caída duplica las desfasadas previsiones realizadas por el Gobierno, que auguran un descenso del 1,6% para final de este año.

El secretario de Estado de Economía, José María Campa, señaló ayer que hay indicadores del mes de abril que apuntan a que el deterioro de la situación económica «podría estar alcanzando su punto álgido». Según Campa, España está en un escenario de «profunda» crisis económica, y sin embargo, añadió, «no se está comportando peor que el resto de países de la Unión Europea». El PIB de la UE decreció un 4,4% en el primer trimestre y un 4,6% en el caso de la Eurozona.

Cae la demanda

La contracción del PIB del primer trimestre, la segunda consecutiva en términos anuales tras la del 0,7% de finales de 2008, fue resultado de la mayor contribución negativa al crecimiento de la demanda nacional (pasando de -0,3, a -5,3 puntos). Detrás de esta contracción se encuentra el desplome que ha experimentado el gasto en consumo final de los hogares, que aceleró su decrecimiento, pasando del -2,3% al -4,1%, de forma coherente con la reducción de la renta disponible de éstos. Así, la remuneración de los asalariados presenta ya tasas negativas en este trimestre (-2,1%) como consecuencia de la reducción en el nivel de empleo asalariado (-5,9%). Analizando los distintos componentes del gasto, se observa que todos ellos presentan tasas de crecimiento negativas, incluido el gasto en alimentación y en servicios, componentes que hasta el primer trimestre todavía evolucionaban de forma positiva. Mientras el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas se desacelera en el primer trimestre, desde el 6,3% hasta el 5,4%, en consonancia con el crecimiento de las compras de bienes y servicios y de la remuneración de los asalariados de las Administraciones Públicas.

La inversión, por su parte, aumentó su descenso en un -13,1% frente al -9,3% registrado entre los meses de octubre y diciembre. El peor comportamiento fue para la inversión en bienes de equipo, que casi duplica su contracción en este primer trimestre, pasando del -9,7% al -18,6%, en consonancia con el pulso débil tanto de la producción industrial como de la cifra de negocios y las importaciones de este tipo de bienes. Asimismo la inversión en construcción decreció un 12,4% en el primer trimestre, tasa un punto y medio más negativa que en el periodo anterior. Aunque se observa una ligera recuperación de la obra en infraestructuras (del -1,4% al -0,6%), que el secretario de Estado de Economía atribuyó el Plan de Inversión Local puesto en marcha por el Gobierno. Por su parte, la inversión en vivienda continúa registrando tasas cada vez más negativas (-23,8% frente al -19,6% del trimestre anterior), como consecuencia del cada vez más débil ritmo de iniciación de proyectos residenciales.

El empleo se redujo un 6% en el primer trimestre, 2,9 puntos más que el trimestre precedente, lo que supone la disminución de casi 1,147 millones de empleos netos a tiempo completo en un año. El único dato positivo es que la reducción del empleo ha permitido un repunte de seis décimas en la productividad aparente del factor trabajo hasta el 3,1%.

La demanda exterior mantuvo su aportación positiva al crecimiento agregado 2,3 puntos porque el recorte del consumo redujo las importaciones un 22,3%. No obstante las exportaciones aumentaron su decrecimiento al -19% por la evolución negativa de los países de la UE.

El secretario de Estado de Economía, que no quiso hacer previsiones, señaló que los indicadores observados desde finales de marzo hasta ahora sugieren que el segundo trimestre «no será tan malo». Sin embargo apeló a la «cautela» puesto que «son sólo indicaciones» y la economía «es muy volátil». Campa señaló también que en un contexto de caída del crecimiento no es «consistente» aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores como piden los sindicatos.

ANÁLISIS: Unas dimensiones desconocidas- ¿Qué se entiende por Producto Interior Bruto (PIB)? –Es el valor monetario total de la producción corriente de bienes y servicios de un país en un periodo determinado (normalmente un trimestre o un año). - ¿Qué significa un descenso en este indicador? –El indicador del PIB mide la generación de riqueza, por eso sus oscilaciones señalan si se están creando bienes y servicios o si la producción se estanca o frena. - ¿Por qué es importante que suba el PIB? –Ante todo, porque significa que la economía se mueve, que los ciudadanos y las empresas compran y venden, y con ello se generan bienes y puestos de trabajo. El PIB está íntimamente ligado al empleo. - ¿Es esta una caída excepcional para España? –Lo es por sus dimensiones, desconocidas en 50 años de la historia reciente, de la que poseemos estadísticas fiables. Pero también porque se trata del primer trimestre, que en un país con el turismo como gran fuente de ingresos no es el mejor momento para medir esa generación de riqueza. - ¿Hemos llegado al punto más bajo previsible? –Parece que la temporada turística puede cambiar las cosas, aunque habrá que esperar a los dos últimos trimestres del año. El PIB, ante una crisis, puede caer rápidamente, pero su recuperación es siempre mucho más lenta.