Macroeconomía
La economía entra en recesión tras caer en el último trimestre un 11%
MADRID- La economía española ha entrado en recesión por la puerta grande. El Producto Interior Bruto se redujo ocho décimas en el cuarto trimestre del pasado año en relación con igual periodo del año anterior y 1,1 puntos en tasa intertrimestral, según adelantó el Banco de España en su boletín económico, continuando con la tendencia decreciente iniciada en el tercer trimestre del año cuando el PIB se contrajo un 0,2%. Pese al traspiés de la segunda mitad del año, la economía española pudo crecer en el conjunto del año un 1,1%, gracias al mejor comportamiento mostrado por la actividad en los seis primeros meses del ejercicio. En 2007, la economía creció un 3,7%. De acuerdo con la institución monetaria, el declive del ritmo de crecimiento de la economía a lo largo del pasado año es la consecuencia de la «enorme ralentizasción de la demanda interna, que registró una tasa de avance promedio del 0,4%», que contrasta fuertemente con el 4,2% de crecimiento registrado en 2007. Sólo el consumo público se salvó de la desaceleración que se registró en todos los ámbitos del consumo privado. El Banco de España destaca sobremanera la fuerte corrección experimentada por la inversión residencial, cuya tasa de variación descendió un 10%. Otro aspecto que muestra la profundidad de la crisis es el rápido ajuste del consumo, que en la segunda mitad del ejercicio experimentó crecimientos nulos o negativos. Por primera vez desde el año 1997, el sector exterior tuvo una contribución positiva en el PIB PIB, al aportar siete décimas al crecimiento (-0,8 puntos porcentuales en 2007), sobre la base de una disminución de las importaciones de mayor intensidad de que la ralentización de las ventas a los mercados exteriores. El empleo ha sido el factor que más ha acusado el deterioro de la economía, «hasta el punto de entrar en una fase de reducción neta de puestos de trabajo en el tercer trimestre, que se intensificó en los últimos meses del año». La ocupación ha bajado en 2008 el 0,5%, dato que contrasta con el aumento del 3,1% de 2007. Pocas esperanzas Aunque la inflación cerró en promedio en el 4,1%, 1,3 puntos más que en 2007, la segunda mitad del año ha mostrado un perfil de franca desaceleración, que ha llevado a alcanzar una interanual del 1,4%, la más baja desde 1998. El organismo supervisor espera que la bajada de los tipos de interés y de la inflación, así como las medidas adoptadas para atajar la crisis y una eventual superación de las tensiones financieras «alivien» la caída, aunque reconoce que es difícil que se recupere la demanda interna. Por eso cree de gran trascendencia el avance de las reformas económicas para mejorar el mercado de trabajo, y aumentar la productividad.
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