La macroredada de los Mossos libera a 450 chinos explotados

Trabajaban más de doce horas diarias, siete días a la semana, en condiciones «duras» y «difíciles», cobrando un sueldo «tan bajo» que se veían obligados a vivir hacinados en los propios talleres y además «no tenían asimilado que son víctimas», explicó ayer el subjefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, el inspector Josep Monteys. La operación «Wei» llevada a cabo anteayer por la Policía Autonómica en Mataró devolvió parte de la dignidad perdida a 450 personas de nacionalidad china. En su comparecencia ante los medios, Monteys quiso dejar claro que, en esta ocasión, la operación policial se centró en perseguir delitos del ámbito laboral y no vulneraciones de la Ley de Extranjería. «Uno de los problemas es que las víctimas intentaban huir del lugar, porque no tiene asimilado que son víctimas y pensaban que iban a por ellos». Muchos pasaron la pasada noche en casa de amigos o familiares y otros fueron atendidos por los servicios sociales a la espera que el Consulado de China en Barcelona, ya informado, actúe y lleve a cabo los trámites pertinentes.De hecho, se desconoce cómo llegaron exactamente hasta Mataró los ahora liberados, aunque todo apunta a que entraron en España con un visado de turista para luego ser «escondidos». La investigación policial, coordinada con la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado e instruida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró, sigue abierta. De momento, ha sido detenidas 77 personas, una de ellas de origen español y el resto de nacionalidad china, como presuntas autoras de un delito contra los derechos de los trabajadores. Además, otras cinco han sido imputadas. Monteys no quiso precisar las marcas de ropa que se nutrían de las prendas confeccionadas en los talleres pero si afirmó que intervenían «muchos intermediarios».