Barcelona
La mujer que dio a luz ante toda España
Un anuncio de televisión muestra por primera vez, de forma explícita, un parto real en una cama. ¿Un canto a la vida o una exhibición innecesaria?
A Edu Cuéllar le despertó el teléfono un sábado a la una y media de la madrugada. Estaba de guardia, otro día más, echado en el sofá: «Tienes que venir a toda prisa. Carol se ha puesto de parto. Ésta vez sí». ¿Qué hacer? El día anterior, justo cuando la madre salía de cuentas, ya tuvo que echar a correr para lo que luego resultó ser una falsa alarma, por lo que no sabía muy bien cómo tomárselo. Al fin y al cabo, para él era su primer parto.Sea como fuere, no hay tiempo que perder. Con la misma destreza con la que Carol doblega a las contracciones, cada vez más intensas, Edu va doblando esquinas por las calles de Barcelona. Va algo nervioso, pese a que no es el padre de la criatura, ni un familiar, ni siquiera el médico. Edu Cuéllar, como su compañera sentada en el asiento del copiloto, es cámara de televisión. Ambos van a ser los encargados de grabar por primera vez un parto en directo para televisión. De forma explícita. Sin actores. Sin cortes. Sin trampa ni cartón. La experiencia se convertirá en el último spot de Flex, que se acaba de estrenar, y que a nadie que lo ve deja indiferente.Siete meses y medioLa historia comenzó sólo unas semanas antes. El director de Márketing de Flex, Gerardo España, llevaba ya un tiempo con una idea rondándole la cabeza: había que dar una vuelta de tuerca a los anuncios de colchones. «Al fin y al cabo, un colchón no es sólo un lugar donde la vida se apaga durante unas horas –afirma–. Allí nacemos, disfrutamos, amamos, nos enfadamos, lloramos y hasta morimos». La propuesta que le hizo la agencia Sra. Rushmore de rodar ahí un parto fue la que más le convenció. Para encontrar a una voluntaria, los publicistas recurrieron al casting más eficaz: ¿conoces a una amiga, que conozca a una amiga, que conozca a una amiga, que acepte? La cadena dio resultado. Cuando a Carol le propusieron convertirse en la primera mujer que daba a luz delante de toda España, y en su propia cama, estaba ya embarazada de siete meses y medio. Sin pedir dinero a cambioNo había, por tanto, mucho tiempo para pensárselo, y quizás por ello no dudó ni un momento en aceptar. Y sin cobrar. Al fin y al cabo, su primer hijo, Cimar, ya había nacido en casa, y su hermanita, Waira, iba a hacerlo también. Los publicistas tenían claro qué no hacer. «Tenía que ser de verdad, sin nada artificial, sin ficción. Por eso no se podía convertir la casa en un plató. Se rodó con una luz muy tenue y sin echarle la cámara encima a la madre», explica el creativo de Sra. Rushmore Carlos Alija. Junto a Carol, en el parto estuvo el padre de la niña, el hijo mayor de ambos, la matrona, una amiga y los dos cámaras. Total: siete personas. Tras ellos, toda España. El alumbramiento, que se produjo el pasado 21 de marzo, fue extraordinariamente fácil, y apenas duró 50 minutos. Pero, ¿dónde está la sangre? «No se han cortado planos para quitar sangre o escenas de dolor –sostiene Alija–. No hay un montaje posterior, como en las películas, en las que luego a la madre le ponen encima a un niño que tiene ya un mes. En la versión larga del anuncio se ve la secuencia tal cual es».Y ahí está, precisamente, una de las polémicas. ¿Puede dar la imagen equivocada de que dar a luz es una cosa sencilla? Es el temor que alberga la ginecóloga del hospital valenciano Doctor Peset María Sánchez. «Como mujer me ha gustado mucho, pero como ginecóloga no –advierte–. El mensaje de que parir es algo fácil y limpio que puede hacer una misma en casa, casi sin ayuda, es muy peligroso».«Una oda a la vida»Sin embargo, sus autores no creen que nadie pueda sentirse ofendido por el anuncio. «Es algo hermoso y muy emocionante, porque es de verdad. Al fin y al cabo todos nacemos así. Es una oda a la vida», defiende el creativo de Sra. Rushmore. Lo mismo sintió el cámara Edu Cuéllar. «Rodamos con la piel de gallina y al borde de la lágrima –explica–. Cuando terminamos, Carol nos dijo que para ella fue algo mágico tenernos ahí». Tanta prisa se dio Cuéllar en llegar que, cuando todo terminó, no veía el momento de marchar: «Me fui a las 7 de la mañana. No quería irme. Allí se quedó la luz, el color, el olor de ese momento. Realmente dar la vida es mágico».
«Cada una a su colchón»El anuncio se ha convertido en la comidilla de muchos blogs de internet y ha multiplicado por 15 las entradas en la web de la empresa. «El boca a boca ha funcionado», presume el director de Marketing de Flex. Pese a que sus autores aseguran que el spot no es una apología del parto natural, los médicos no las tienen todas consigo. «Parir con sólo una comadrona entraña unos riesgos que en España no son asumibles –explica la ginecóloga María Sánchez, del Hospital Doctor Peset de Valencia–. Dar a luz es algo muy bonito, sí, pero en África mueren una de cada 20 parturientas porque no tienen la atención necesaria. Si fuera tan fácil se acabarían los problemas en los hospitales; y cada una a parir a su colchón».
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