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La OMS eleva al nivel 5 la alerta de pandemia por la gripe porcina y no descarta llegar al 6 su nivel máximo

La decisión de activar el nivel 5 de alerta por la gripe porcina al de pandemia inminente significa que las acciones de los gobiernos deben pasar de la preparación a la respuesta a nivel global para intentar reducir el impacto en la sociedad. La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, anunció hoy que, tras consultar con el Comité de Emergencia de la institución, había decidido elevar el nivel del grado 4 al 5 dado que se ha comprobado que ha habido contagio entre personas de la misma comunidad sin contacto directo, y esto ha ocurrido en dos países distintos. Según la guía que la propia institución ha distribuido entre sus estados miembros esta decisión implica que debe pasarse de la fase de preparación a la de las acciones tanto para aquellos países que ya tengan casos confirmados de enfermos, como aquellos que aún no los hayan contabilizado. A nivel de Estado, una de las principales acciones es decidir si es necesario declarar una emergencia nacional y en que nivel. Una vez puesto en marcha el comité de emergencia de cada país, lo principal es tener bien abastecida la red de distribución de medicamentos o tratamientos disponibles. Ello implica tener a punto la vacuna -de existir- y aplicar una vasta campaña de vacunación; contar con suficientes antivirales; y espacio disponible en los hospitales. Asimismo, los países deben evaluar de forma completa si necesitan ayuda externa, y solicitarla si fuera necesario, en aras no sólo de ayudar a la propia población, sino de evitar que la pandemia se extienda a los países vecinos. A nivel de laboratorio, también es importante que se compruebe si ha habido cambios genéticos en los virus en base de las muestras de los pacientes infectados. E, incluso, la guía de la OMS recuerda que el país debería contar con capacidad suficiente para enterrar a los muertos. De cara a la ciudadanía, el país debería lograr que se minimicen los niveles de interacción fuera del hogar, y sobretodo, conseguir que en caso de signos de gripe, la persona se aisle lo más rápido posible. Para lograrlo, la guía sugiere que las clases deberían suspenderse y los horarios de trabajo deberían ajustarse o modificarse. Asimismo, podría impulsarse la cancelación o reducción extraordinaria de la frecuencia y número de transportes públicos disponibles. Los países que aún no estén afectados por la pandemia necesitan igualmente activar un comité de crisis que esté preparado para distribuir las vacunas y aplicar las medidas necesarias para contenerla. La agencia recomienda que la comunicación de los gobernantes con la población sea lo más clara, efectiva y actualizada posible. La agencia de la ONU reconoce la libertad de cada país para tomar las decisiones que considere oportunas. Pero específicamente no recomienda el cierre de las fronteras para las personas y mercancías; las desinfecciones generalizadas; el uso de máscaras para las personas que estén sanas; la restricción de viajes en el interior del país a no ser que la zona de infección esté muy delimitada. Por su parte, la OMS debería impulsar la asistencia para aquellos países severamente afectados y para los países pobres que no puedan hacer frente a la pandemia. Asimismo, la agencia debería coordinar las acciones de las distintas instituciones internacionales y controlar la expansión de la enfermedad y los posibles cambios que se generen en el virus. Además, si se encontrara una vacuna, la OMS debería promover su producción y, sobretodo, masivas campañas de vacunación.