La polémica del «túnel mágico»

Madrid- La propuesta de la Comunidad de Madrid de construir un túnel en el Paseo del Prado que elimine el tráfico en superficie no es novedosa. Así lo explicó ayer el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, que afirmó que ya fue planteada a finales de los años 90 en el primer concurso que convocó el Ayuntamiento para esta zona. Entonces, la mitad del jurado consideró «inconveniente y prácticamente imposible la construcción de un túnel». En el segundo concurso, convocado en el año 2000, se volvió a rechazar esta posibilidad y se optó por la que se recoge en el actual plan. La construcción de un túnel bajo el Prado, según explicó Cobo, se enfrentaría a las infraestructuras que ya existen (como el «túnel de la risa», los dos grandes colectores de la Castellana y las líneas de metro transversales). El soterramiento de las vías también se encontraría con las instalaciones subterráneas del Ministerio de Defensa y del Banco de España en Cibeles, que ya mostraron su preocupación por el túnel a finales de los 90 cuando se planteó por primera vez. Por estos motivos, Cobo afirmó que la solución del túnel puede parecer «mágica y es lógica. Sin los datos en la mano, yo también lo vería mejor».

Desde la Comunidad de Madrid, ayer, el vicepresidente y portavoz, Ignacio González volvió a insistir en que «hay que buscar una solución alternativa» para que la reforma del eje Prado-Recoletos también tenga en cuenta la necesidad de absorber el tráfico actual y volvió a referirse a la posibilidad de realizar un túnel para garantizar la movilidad y la protección de los entornos, porque, aseguró, la reducción del tráfico rodado «tiene un impacto muy grande que hay que analizar y ver cuáles son las soluciones». Asimismo, González volvió a recordar que todas las actuaciones sobre el eje Prado-Recoletos tedrán que ser «muy medidas, muy cuidadas y muy ajustadas», ya que la zona fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1999 y, como consecuencia de ello, tiene un «altísimo» grado de protección.