Estados Unidos

La taquilla a los pies de Bullock

La taquilla, a los pies de Bullock
La taquilla, a los pies de Bullocklarazon

Cuando Sandra Bullock aceptó el papel de la desalmada y exitosa ejecutiva protagonista de «La proposición» llevaba un año y medio alejada de las cámaras. «Llegó un momento en que ni siquiera yo me veía graciosa porque estaba en una etapa diferente de mi vida», aseguró la actriz durante la presentación de la película en Madrid. Una hija y un marido motivaron este «cambio de rumbo» que consistió, según explica, en «poner el freno a mi carrera para formar una familia». Los motivos personales tendrían su importancia, pero también el tipo de películas que le ofrecían entonces a la intérprete: «La comedia romántica es un género aburrido». De esta afirmación categórica tampoco se libra «La proposición», ya que, para una honesta Bullock, «aburre un poco porque sabes lo que va a ocurrir. Lo bueno es que resulta bastante cómica». Tanto como para que a esta comedia romántica no se pudiera negar. Una vuelta al recato «La proposición», dirigida por Anne Fletcher (responsable de «27 vestidos»), cuenta cómo Bullock obliga a un sumiso empleado, interpretado por Ryan Reynolds, a casarse con ella para evitar que la deporten a Canadá por no tener la nacionalidad estadounidense. La relación sentimental, de la que ambos reniegan, irá tomando carices más profundos tras una visita a la casa familiar del novio. Este es el argumento que ha hecho volver al cine a Bullock: «Tenía que ser algo que valiera la pena, un buen guión por el que mereciera salir de casa», dice la intérprete, que explotó su lado humorístico durante la presentación del filme al atribuir el éxito que ha tenido la cinta en Estados Unidos «al desnudo de Ryan. Si son listos, todos los directores deberían contratarlo», aseguró la actriz sobre el que recientemente se ha convertido en el marido de Scarlett Johansson. Pero que este casto destape no lleve a engaño, ya que «La proposición» es de todo menos una película subida de tono: «Me parece que debemos volver a preservar nuestra intimidad. Está bien tener recato en la vida».