Sevilla
Las dos caras del directo
Los programas en directo son los más caros de producir, salvo si se llevan a cabo con los medios de las propias cadenas, a través de los servicios informativos.
Es más difícil, supone mayor estrés y puede echar por tierra la mejor de las reputaciones, pero, pese a todo, no hay un solo profesional de la televisión que no quiera ser el responsable de un programa en directo. Como precisa Julián Nieto, director de «Espejo público», hacer un espacio de este tipo es «como hacer un número peligroso de circo sin red». Eso sí, en lo alto del alambre o el trapecio, la dificultad no siempre es la misma, y esto viene determinado por la cantidad de conexiones con el exterior que haya que realizar. De esto sabe bastante Eduardo Mendoza, responsable de Contenidos para TV de Mediapro, la productora de espacios como «España directo», que precisa que «mientras que en un periódico el redactor se desplaza por su cuenta y puede enviar su crónica hasta por móvil, en un programa de este tipo tiene que mover un operativo cercano a las 200 personas, entre redacción, producción y unidades móviles, o al menos 25 para otro más pequeño como "Vidas anónimas", que hicimos para La Sexta». Esa última cifra es muy parecida a la del equipo de «Espejo público», por donde pasan a lo largo de sus tres horas y media una media de 20 personas, entre colaboradores e invitados, y con entre seis y diez conexiones diarias. Para su director, lo más difícil es «conseguir que muchos departamentos estén coordinados y funcionen llegado el momento, ya que, al ir tan pegados a la actualidad, el guión puede saltar por los aires en cualquier momento».Caro o baratoPese a todo ello, Julián Nieto señala que un espacio de este tipo «no tiene por qué ser más caro que uno grabado. De antemano se sabe que la televisión se hace con mucha gente, pero, según cuenta, «en nuestro caso no somos caros porque somos de informativos de la casa, y por eso no tenemos que comprar imágenes, ni informaciones, porque las generamos nosotros mismos». Todo lo contrario ocurre con «España directo». Eduardo Mendoza reconoce que «es más caro que cualquier grabado», y para ello, al margen del operativo humano, hace referencia a la necesidad que tienen de utilizar unidades móviles y DSNG, vehículos que llevan además incorporada la parabólica del satélite, un mecanismo para enviar la señal y emitir en directo, y que permite la posibilidad de mezclar hasta tres cámaras distintas, con el consabido aumento del presupuesto. Eso sí, el responsable de Contenidos para TV de Mediapro puntualiza que el coste de un espacio de este tipo depende sobre todo de la duración y del número de directos, y por eso «España directo» es más caro, dado que «no es lo mismo conectar una vez con Sevilla, para hablar del caso de Marta del Castillo, que tener preparadas una decena de unidades móviles para desplazarse en el acto a diferentes sitios, según van apareciendo noticias». Precisamente por eso, «Espejo público» tiene preparados, por lo que pueda pasar a diario, un equipo en Cataluña, Andalucía, Valencia, País Vasco, Madrid, Castilla y León y Zaragoza, «equipos simples –destaca su director– pero eficaces porque buscamos rapidez e inmediatez».
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