Guerrilla

«Las FARC están matando a Ingrid»

El presidente Uribe instó a la narcoguerrilla a reconcialiarse con el país, liberando a los demás secuestrados.

La Razón
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Cali- «Las FARC se ensañaron con Ingrid. Sus días en la selva son sólo dolor». Esa frase salió de la boca de Luis Eladio Pérez como una ola de fuego. El ex congresista colombiano llevaba pocas horas en libertad, después de seis años de cautiverio, y ya empezaba a contar las atrocidades que todos imaginan rodean a los secuestrados en la selva, pero que sólo entienden quienes han tenido la desgracia de padecerlas.

Él y sus otros tres compañeros, liberados el miércoles por la narcoguerrilla de las FARC, relataron con la voz desesperada que la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt se encuentra muy mal y que su cuerpo y ánimo «ya están al extremo», como lo dijo la política liberada, Gloria Polanco. Luis Eladio Pérez explicó que vio a la ex candidata por última vez el pasado 4 de febrero y que cargaba con las dolencias de una hepatitis persistente. «Tal vez puede estar peor que en las últimas pruebas que se conocieron de ella. Sufre mucho y tenemos que sacarla de allí. No podemos descansar hasta tenerlos todos afuera, hasta ponerla a ella fuera de esta pesadilla», precisó.

Pérez recordó que a Ingrid le debe la fortaleza que le permitió seguir viviendo cuando pasó por sus peores momentos. «Tuve un preinfarto, tres comas diabéticos, un problema grave de riñón pero ella estuvo allí, junto a mi alma, le debo la vida».

Agotadora caminata

El regreso a la libertad de Jorge Eduardo Gechem, Orlando Beltrán, Gloria Polanco y Luis Eladio Pérez se dio luego de una caminata de quince días por las montañas del oriente colombiano. Este último congresista relató que fueron 230 kilómetros andados con ampollas y heridas reventadas. La lluvia custodió su camino y los recuerdos de los otros secuestrados que dejaban atrás les hacían más pesadas las escuálidas maletas que pudieron llevar.

Esta vez, contrario a la liberación de Clara Rojas y Consuelo González (hace más de un mes), los liberados no traen consigo pruebas de vida de los otros cautivos. Sólo llegaron con la cabeza llena de historias vivas.

Pero al parecer esa no era la intención. Luis Eladio Pérez reveló que traía escondidas consigo varias cartas de sus compañeros, pero «en una infame requisa» le fueron descubiertas y arrebatadas por los guerrilleros que lo custodiaban en su camino a la libertad.

Los cuatro congresistas revelaron que esta vez las FARC no quisieronque se hiciera público el estado de los secuestrados que quedaron en la selva, porque las últimas pruebas que entregaron de ellos resultaron contraproducentes para sus fines, debido al rechazo masivo que produjeron las imágenes en el mundo entero.

Ya despojados de las cadenas que arrastraron por más de seis años, contaron, entre otras cosas, que los tres estadounidenses secuestrados sufren mucho porque, tras el accidente de avión por el que cayeron el la selva, nunca fueron atendidos médicamente. Uno de ellos no puede dormir por los dolores de cabeza. Otro siente que la columna se le hace trizas, pero aún así debe seguir caminando rosarios de montañas.

El sufrimiento terminó para cuatro familias, que aunque ahora agradecen a Dios el milagro de la libertad, nunca podrán recuperar el tiempo perdido. Un esposo muerto, nietos que nacieron, esposas agotadas de llorar, un país que clama por justicia, eso, también hace parte del nuevo mundo que encontraron quienes por fin le dijeron adiós al calvario del secuestro.

De otra parte, ayer el presidente Álvaro Uribe Vélez agradeció al mandatario venezolano Hugo Chávez y a la senadora colombiana Piedad Córdoba los esfuerzos realizados para lograr las liberaciones.

Sion embargo, el mandatrio hizo hincapié en que las FARC deben «entender que el pueblo colombiano espera que se libere a todos los secuestrados que siguen en su poder. Que deberían buscar, ya, con toda la buena fe, el camino de la reconciliación».

«Deben entender, también, que el pueblo colombiano está en una lucha inclaudicable contra el secuestro y contra las acciones terroristas, pero que el pueblo colombiano siempre está dispuesto al perdón, dispuesto a la reconciliación», agregó.

Igualmente, destacó que las Fuerzas Armadas habían localizado el lugar donde estaban los secuestrados, pero que no procedieron militarmente para facilitar la liberación.