Cataluña
Las minorías aguantan salvo la marca de ETA
La lucha de las minorías por hacerse un hueco en medio del imperante bipartidismo terminó resolviéndose en estas elecciones europeas con un resultado moderadamente discreto para las primeras. La noticia más positiva fue el fracaso de la izquierda «abertzale» ilegalizada en su esfuerzo por hacerse un hueco en el nuevo Parlamento Europeo a través de Iniciativa Internacionalista. La participación por encima del 40 por ciento no le ayudó a conseguir el porcentaje necesario de votos para tener un escaño en la Eurocámara. Sí lo ha conseguido UpyD, el partido de Rosa Díez, con 449.499 votos. Madrid es su principal granero electoral. Y esta formación se ha convertido en la tercera fuerza política en 32 capitales de provincias, un resultado que consolida su trayectoria ascendente. Izquierda Unida, por su parte, ha echado el resto en esta campaña electoral para dar una imagen de unidad y evitar una nueva fuga de votantes. Al revalidar los dos escaños logrados hace cinco años, la coalición liderada por Cayo Lara neutraliza, de momento, la explosión de la crisis iniciada después de la debacle de las pasadas generales de 2008. Entonces obtuvo los peores resultados de su historia: perdió 300.000 votos y tres de sus cinco escaños. En cuanto a la batalla por el voto nacionalista librada entre Europa de los Pueblos, de perfil soberanista, y Coalición por Europa, liderada por CiU y PNV, la balanza se inclina a favor de esta última. CiU ha recuperado la segunda posición en las elecciones europeas en Cataluña, mientras que el PNV arrebató la victoria al PSE en el País Vasco, pero por un estrecho margen y perdiendo casi 7 puntos respecto a 2004.
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