Irak
Las mismas calles distintas gentes treinta años después
La revolución popular iraní de 1979 se asemeja a la actual / Toda la información sobre la Revolución Verde, en el gráfico adjunto
Las fotografías de lo que sucede actualmente en Irán muestran ciertos paralelismos con las que se tomaron hace treinta años, en plena convulsión política del país. Pese a los esfuerzos reformistas del monarca Mohammed Reza Shah Pahlavi –expropiaciones de terrenos, sufragio femenino y erradicación del analfabetismo– no fueron suficientes para los estudiantes e intelectuales que ansiaban verdaderas reformas democráticas. Cuando en 1967 se nombró a sí mismo como el «Rey de Reyes» en una ostentosa ceremonia molestó a las clases populares que veían que sólo una pequeña élite se beneficiaba de las mejoras económicas iraníes aumentando el abismo. Pero la gota que colmó el vaso fueron sus pretensiones laicistas. Ante el miedo de perder su tradicional autoridad, ambos líderes religiosos utilizaron la situación para alzarse en contra.
El Shah utilizaba a los agentes de su Policía secreta, Savak, para contener y marginar a sus oponentes. Pero lejos de esto, lo que consiguió fue crear un caldo de cultivo que el fuerte opositor chií, el ayatolá Jomeini, aprovechó desde el exilio en Irak y posteriormente en Francia para ir ganando adeptos.
Pese a no contar con medios como los que tiene ahora Musavi –Internet logra organizar a la opinión pública en cuestión de segundos–, Jomeini grababa su mensaje en casetes que se copiaban y pasaban rápidamente de unos a otros. Así nació en 1979 la Revolución Islámica.
Tras la caída del régimen Shah, los iraníes se echaron a las calles. El monarca dejó el país el 16 de enero, Jomeini volvió del exilio con un tono claramente antiestadounidense. En febrero comienzan los juicios en contra de los simpatizantes del Shah; centenares de ellos fueron ejecutados. Tras un referéndum nacional (República Islámica sí o no), Jomeini se convierte en el líder espiritual supremo de Irán. En noviembre, y ante la noticia de que el Shah se estaba tratando un cáncer en EE UU, el ayatolá pide su extradición y convoca manifestaciones en las puertas de la Embajada.
El periodista Rysard Kapuscinsky a través de «El Shah o la desmesura del poder» describe dicha revolución. Destaca un enfrentamiento que para él fue clave del destino que iba a tomar el país. El polaco relata cómo un policía del régimen se acerca a un manifestante. Le ordena que se vaya a casa. Le grita, pero el insurgente no sale corriendo. Se queda parado, mirando al agente, ha dejado de tener miedo. Éste es el comienzo de la revolución para Kapuscinsky. El policía se vuelve a su puesto, y el ciudadano se queda observando cómo desaparece su enemigo. El 14 de junio de 2009, en la ciudad de Ishafan, un amplio grupo de antidisturbios armados salió despavorido ante unos cuantos manifestantes civiles.
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