Barcelona
Las obras del Palau en entredicho
Los interrogantes crecen en torno a la trama del presunto desvío de dinero de los fondos del Palau de la Música, después del registro que realizaran el jueves los Mossos d'Esquadra en las oficinas del mismo. Sumido en el secreto de sumario, la fiscalía estudia ahora las trece cajas de documentación incautada que tienen que servir para demostrar los indicios del supuesto desvío fraudulento de 2,29 millones de euros para actividades ajenas a la fundación del Orfeó Català.Justificantes de gastosEl presunto fraude se remonta a los ejercicios 2003 y 2004, en la que se desviarían 1,7 millones de euros procedentes de la fundación y 590.000 de la asociación Orfeó Català. Por esas fechas, el Palau estaba inmerso en la recta final de las obras de la segunda ampliación del Palau de la Música. Según la fiscalía, la Agencia Tributaria reclamó justificantes de diversos gastos realizados en aquellas fechas y los gestores del Orfeó los atribuyeron a los gastos de las obras. Sin embargo, al seguir dichos justificantes, se comprobó que las empresas a las que se cargaba el dinero no podían hacer frente a las mismas y que podrían ser sociedades tapadera.Las obras del Palau fueron una iniciativa directa de Fèlix Millet, que al entrar en la institución centenaria en 1977 se encontró con un edificio infrautilizado y a punto de ni siquiera ser apto para realizar conciertos. Después de la primera ampliación en 1989, con la segunda se consiguió mejorar la visibilidad del edificio y crear una moderna sala de música de cámara donde poder celebrar, además de conciertos, conferencias. Con un edificio anexo adicional, triplicaba la superficie del coliseo modernista. El arquitecto Óscar Tusquets estuvo al frente del proyecto, que se inauguraría el 22 de abril de 2004. El sueño de Millet de modernizar un edicifico que, en su opinión, «se caía a pedazos», por fin se llevó acabo. El presupuesto final de la obra fue de 24 millones de euros, el triple de los 9 millones de euros aprobados cuando se decidió tirar adelante con el proyecto en 1999. El propio Millet negoció personalmente la financiación y consiguió que el Gobierno, por entonces presidido por el PP, otorgase una subvención de 12,6 millones. Las administraciones catalanas aportaron 1,2 millones por parte de la Generalitat, 900.000 el Ayuntamiento y 300.000 la diputación.La Fundación, por tanto, tenía que hacer frente a los 9 millones restantes. Según dijo Millet en su momento, 4,2 millones vendrían del patrocinio privado, y el resto, 4,8 millones, de un crédito sindicado a pagar en diez años. La Fundación recaudaba entonces entre 3,6 y 4,2 millones de euros para financiar sus conciertos y Millet aseguraba poder ahorrar cada año 600.000 para hacer frente a los pagos. Ahora queda analizar todos los documentos incautados el jueves y saber la verdad.
El paraíso de los billetes de 500Las sospechas empezaron por los cuantiosos ingresos de billetes de 500 euros de las cuentas paralelas de la Fundación y la Asociación Orfeó Català que se detectaron. Incluso había justificantes girados para abonar los conciertos a orquestas de renombre internacional, que supuestamente habrían cobrado con dichos billetes. En 2007, en España circulaba el 26 por ciento de todos los billetes de la eurozona, lo que significa un total de 209.680 millones de euros, el 65 por ciento del dinero circulante. El «boom» de la construcción era una de las causas de esta invasión.
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