Lo de Marruecos

Una delegación de la Comisión Europea tiene previsto viajar durante esta semana a Marruecos para continuar las negociaciones sobre la revisión del vigente Acuerdo de Asociación entre la UE y este país. Fuentes comunitarias han precisado que el tema está ya lo suficientemente maduro, por lo que en los próximos días podría alcanzarse un pacto definitivo, aunque estando por medio el Gobierno de Rabat nunca se sabe. El punto más conflictivo continúa siendo, como en ocasiones anteriores, la exigencia del Ejecutivo de Mohamed VI de que se conceda un mejor trato a sus exportaciones de frutas y hortalizas (principalmente tomate) al mercado comunitario. El problema es que, esas concesiones, en caso de plasmarse en la realidad, recaerían sobre las espaldas de los agricultores y exportadores de tomate de España, que serían los grandes perjudicados, debido al aumento de la competencia en determinadas épocas del año. Justo en estos momentos las organizaciones agrarias denuncian el incumplimiento por parte de Marruecos de algunos puntos del vigente Acuerdo Asociación en lo que respecta a los precios de entrada fundamentalmente. Según fuentes comunitarias, todavía continúa abierto todo lo relativo a los contingentes de exportación de tomate marroquí al mercado comunitario, tanto las cifras que se establecerían como topes como el periodo de aplicación de este sistema y, especialmente, el reparto mensual de los citados contingentes. Este último apartado es importante, ya que de su regulación depende que la competencia en determinadas épocas del año para los productores y exportadores de tomate españoles sea mayor o menor, lo mismo que los perjuicios o beneficios. Como en ocasiones anteriores, las organizaciones agrarias de nuestro país se oponen a que se conceda un mejor trato a los exportadores de Marruecos. En los próximos meses continuarán las negociaciones de la Comisión Europea con otros estados situados en la vertiente mediterránea para mejorar el acceso de sus productos agrarios al mercado comunitario. Sin embargo, tan importante como negociar los acuerdos es vigilar el cumplimiento de los mismos a lo largo de su periodo de vigencia. Y en eso también hay muchas lagunas, tal y como se ha puesto de manifiesto en los últimos tiempos.