Lorca Planes llama a la unidad de la Diócesis para seguir el mensaje de Cristo

MURCIA- La catedral de Murcia, con más de un millar de fieles, autoridades eclesiásticas, civiles y militares, acogió ayer el acto de la toma de posesión de monseñor José Manuel Lorca Planes como nuevo obispo de la Diócesis de Cartagena. El repique de las campanas de la catedral a lo largo de toda la mañana indicaban que sería escenario de un gran acontecimiento para la ciudad y así fue. Alrededor de las 11,00 horas, una extensa comitiva de autoridades eclesiásticas, compuesta por cuatro arzobispos y 23 obispos, entre otros, abandonaba el Palacio Episcopal sobre una alfombra floral hacia la catedral. Asimismo, asistieron el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, Antonio Cañizares, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, así como el nuncio del Papa Benedicto XVI en España, Manuel Monteiro de Castro, y el nuncio de Eslovenia, Santos Abril Castelló. Mientras tanto, los asistentes a la ceremonia, quienes intentaban mitigar el calor con sus abanicos, esperaban en el interior de la catedral, donde fueron colocadas pantallas de televisión para poder seguir al detalle, tanto desde el interior como desde el exterior, la toma de posesión de Lorca Planes, de 50 años y natural de Espinardo, que dejó la Diócesis de Teruel y Albarracín.En cuanto a las autoridades civiles, asistieron el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, además de consejeros del Ejecutivo autonómico, diputados, senadores y representantes de diversas corporaciones municipales de la Comunidad, como el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, y la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro.La ceremonia, que se desarrolló en el altar mayor durante casi dos horas, se inició con la lectura de la carta apostólica de Su Santidad Benedicto XVI enviada al nuevo obispo de la Diócesis de Cartagena. A continuación, Lorca Planes recibió el báculo y la mitra, que le convertían en nuevo obispo de Cartagena, de manos del nuncio Monteiro. Mientras sonaba el órgano, construido en 1856 en París, una representación de toda la Diócesis -presbíteros, diáconos y seglares- se acercó hasta a la Cátedra para manifestar su obediencia y afecto al nuevo obispo. Inmediatamente después, Lorca Planes, como obispo de la Diócesis de Cartagena, presidió la celebración de la Eucaristía.La homilíaEn su homilía, Lorca Planes agradeció al Santo Padre, Benedicto XVI, «esta responsabilidad tan hermosa», que, según dijo, será una «aventura difícil». Asimismo, apuntó que si el Papa viniera de nuevo a la Región de Murcia «no será recibido sólo como un visitante ilustre y especial, sino como nuestro Padre queridísimo y como el vicario de Jesucristo». También dedicó unas palabras a su predecesor inmediato, Juan Antonio Reig Pla, a quien le deseó que «Dios le siga colmando de gracia» y que continúe «gastando y desgastando su vida al servicio del Evangelio» en su nueva etapa como obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares, en Madrid. Esta especial mención al anterior obispo arrancó aplausos a los asistentes al acto. Al término de la Eucaristía, el nuevo obispo de Cartagena anunció que su intención es «seguir con el buen trabajo de mis predecesores» y añadió que «trabajar en la Comunión es ir por el buen camino». La ceremonia concluyó con el tradicional besamanos, encabezado por Valcárcel, Cámara y González Tovar.Tras tomar posesión como nuevo obispo de Cartagena, Lorca Planes manifestó a LA RAZÓN que este nombramiento es una «alegría muy grande» para él, «una emoción que nace de lo más profundo», y destacó que el acto de la toma de posesión fue «una experiencia muy bella al encontrarse con tanto rostro conocido», aunque resaltó el calor que hacía en la catedral.