Encuesta de NC Report para LA RAZÓN: El 80 % de los españoles quiere cárcel de por vida para pederastas y terroristas

madrid- Comenzaron los padres de la niña onubense Mari Luz recorriendo la geografía española en busca de firmas para forzar un cambio legislativo que permitiese implantar la cadena perpetua en España. Ahora, los padres de Marta del Castillo, la joven desaparecida en Sevilla el 24 de enero de 2009, abanderan una reivindicación que suma cada vez más adeptos a la causa. Lo confirman las encuestas: los españoles quieren que se haga un referéndum que permita decidir sobre la instauración de la cadena perpetua , especialmente para los autores de violaciones, los pederastas y los terroristas. La reivindicación la respaldan el 86,8 por ciento de los españoles, mientras que tan sólo un 10,1 por ciento de los ciudadanos la rechazarían. Así queda reflejado en una encuesta de NC Report para LA RAZÓN realizada entre mil personas mayores de 18 años en 46 provincias españolas que también revela que los españoles son partidarios de aplicar esta condena especialmente para los delitos de mayor gravedad. Mayor apoyo con la edad Al 80,3 por ciento de los ciudadanos encuestados no les temblaría el pulso a la hora de dar el sí a que determinados criminales, como violadores, pederastas y terroristas se quedasen en la cárcel de por vida. Estos apoyos aumentan a medida que sube la media de edad de los entrevistados. Están a favor el 73,7 por ciento de los jóvenes de 18 a 29 años y el 87,6 por ciento de los mayores de 64 años. Por el contrario, sólo el 16,4 por ciento rechaza la aplicación de la condena a estos criminales. La opinión no es tan unánime cuando se piensa en extender esta pena a otros tipos de crímenes, como el asesinato común o el secuestro, aunque más de la mitad de los ciudadanos consultados, el 59,9 por ciento, apoyaría que en estos casos también se aplicase la misma condena. No obstante, el 35,9 por ciento se opone a que así sea. Los primeros son mayoría en todas las franjas de edad y su porcentaje crece con la edad pasando de los 45,1 por ciento entre los menores de 30 hasta el 75,7 por ciento entre los mayores de 64 años. A diferencia de lo que ocurre con los juristas, entre los que existe división de opiniones, los ciudadanos tienen claro que la cadena perpetua es compatible con el sistema democrático. El 80,4 por ciento de ellos está convencido de que la medida encaja perfectamente con la Constitución Española y en todos los grupos de edad son también la inmensa mayoría los que así opinan. Los que piensan lo contrario sólo suponen el 15,8 por ciento. Los españoles creen que implantar la cadena perpetua en España para algunos criminales, al igual que ocurre en otros países europeos, no supone un retroceso en nuestro estado de derecho. Una amplia mayoría (el 78,8 por ciento), no cree que suponga menoscabo alguno y también se muestran firmes en esta idea todas las franjas de edad con porcentajes que van desde el 72,2 por ciento entre los menores de 30 años al 87,7 por ciento entre los mayores de 64 años. Los que ven en esta medida penal una amenaza para el Estado de derecho suman el 17,1 por ciento de la ciudadanía. Pago por los crímenes Lo que parece claro, según la encuesta de NC Report, es que los españoles consideran que no está suficientemente castigado el asesinato en general. La inmensa mayoría (82,1 por ciento de los ciudadanos) estima que las actuales penas de cárcel «no son suficientes para que los culpables paguen sus crímenes». El porcentaje de los que opinan de este modo va aumentando a medida que se incrementa la edad y pasa del 74,3 por ciento entre los menores de 30 años hasta el 89 por ciento entre los mayores de 64 años. Los que creen que las penas son las justas alcanzan el 11,8 por ciento del total. Cumplimiento íntegro Más de la mitad de los españoles también están de acuerdo en eliminar la posibilidad de acortar el cumplimiento de las condenas de prisión a los criminales. Abogan por el cumplimiento íntegro de las mismas sin excepción. Esta postura también es mayoritaria en todos los grupos de edad, mientras que el 32,7 por ciento de los ciudadanos se muestra contrario a ello. Lo que sí tienen claro los ciudadanos es que los condenados por terrorismo o pederastia deberían tener seguimiento policial una vez cumplida su condena. La inmensa mayoría de la ciudadanía, exactamente el 92,8 por ciento, está de acuerdo con mantener vigilados a los criminales más peligrosos durante veinte años después de haber sido excarcelados por el cumplimiento de sus penas de privación de libertad. Y es que son muchos los expertos que coinciden en subrayar las dificultades para rehabilitarse de los condenados, por ejemplo, de pederastia, que, en muchas ocasiones, se convierten en reincidentes. En todos los segmentos de edad se alcanzan porcentajes superiores al 90 por ciento y los contrarios a la medida representan sólo el 5,1 por ciento del total de las personas encuestadas. En general, los ciudadanos son partidarios de que exista vigilancia de todo tipo de criminales una vez que abandonan la cárcel para comprobar su voluntad de reinserción y evitar nuevos casos. Aunque para otro tipo de delitos no se logra un porcentaje unánime como para pederastas, violadores y terroristas, que son los que provocan mayor rechazo, la encuesta detecta también un importante respaldo social a extender la libertad vigilada a excarcelados autores de otros crímenes; el 71 por ciento de los españoles se muestra de acuerdo. Son también mayoría en todas las franjas de edad y los que se manifiestan contrarios a esta medida suman el 26,2 por ciento de los ciudadanos que fueron entrevistados. Campañas de firmas Los casos de Mari Luz y ahora de Marta del Castillo han abierto el debate sobre la cadena perpetua en España pero, pese a la presión popular y la campaña de firmas impulsada por los padres de la niña onubense asesinada y ahora por los de Marta del Castillo, no se ha dado el paso definitivo que permita abordar el cambio legal que gana cada día mayor respaldo popular. En la última entrevista que mantuvo el padre de Marta del Catillo con José Luis Rodríguez Zapatero, éste no se mostró partidario de implantar la cadena perpetua.