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Los expertos confían en que Galileo la alternativa europea al GPS funcione en 2013

Varios expertos españoles en geomática han expresado su confianza en que Galileo, el sistema de navegación por satélite europeo alternativo al norteamericano GPS, funcione ya en 2013, una vez superados los problemas de financiación y después de que la Agencia Espacial Europea se hiciera cargo de su gestión. El presidente del comité científico de IGW (Internacional Geomatic Week), Manuel Hernández Pajares, ha explicado a EFE que con la responsabilidad del sistema en manos de la ESA se ha producido un "cambio importante", ya que su experiencia espacial la hace idónea para su desarrollo. "Ahora se espera que coja una velocidad de crucero, aunque no se espera nada antes de 2013, si antes no hay nuevos problemas", ha remarcado Hernández a EFE acerca de este sistema de navegación, creado a partir de una iniciativa conjunta entre la Comisión Europea y la ESA, que debía haber entrado en funcionamiento en 2008. "Estamos en Europa, es decir, hay muchos países implicados, por lo que no es tan fácil como en EEUU, que tiene un sólo poder decisorio", ha explicado, ante los retrasos que acumula este proyecto, cuyo desarrollo partió de una ‘joint venture' de las empresas aeroespaciales más importantes de Europa. El Galileo, un servicio de posicionamiento bajo control civil, será interoperable con el norteamericano GPS (creado originalmente con funciones militares) y con el ruso GLONASS (Global Navigation Satellite System), y ofrecerá una precisión de posicionamiento en tiempo real de entorno a un metro. "Es un sistema independiente, que permite no depender de la decisión, poco probable, pero que podría llegar a darse, de que el gobierno norteamericano cerrara el sistema GPS en un momento de crisis, porque es de origen militar y ellos tienen la llave del sistema", explica. Inicialmente, se estimaba que Galileo tendría un coste de entre 2.000 y 2.950 millones de euros para el período 1999-2008 -con una aportación de un tercio de los gobiernos interesados en el mismo y el resto con capital privado-, aunque sucesivos retrasos han incrementado el presupuesto hasta los 3.400 millones, según datos de Globalgeo, el salón internacional de Geomática y Geotelemática. Precisamente, Luis Sanz Marcos, presidente de este salón -celebrado en Barcelona hace unos días-, reconoce que el Galileo "es un proyecto complicado", pero esencial para la independencia tecnológica europea en sectores estratégicos que ahora están en manos del sistema de GPS. Una vez en funcionamiento, Galileo ofrecerá servicios de posicionamiento para transportes por carretera, ferrocarril, aire y mar, la industria pesquera y la agricultura, prospecciones petroleras, protección civil o telecomunicaciones, con un volumen de negocio que la ESA estima que rondará los 400.000 millones en 2025. "La fase comercial de Galileo tenía que estar ya en marcha, pero hubo problemas económicos que ahora parecen resueltos, a ver cómo afecta la crisis", se pregunta Sanz Marcos, quien ve aventurado fijar una fecha cercana. El futuro Galileo estará formado por una constelación de treinta satélites situados a 23.316 kilómetros de altura, con control civil. La UE consiguió el pasado noviembre el apoyo de todos los estados miembros al plan Galileo, un proyecto emblemático que se ha encontrado con serios contratiempos. Tras la retirada en mayo pasado del sector privado por las dudas sobre la viabilidad de Galileo, los "Veintisiete"se vieron obligados a buscar en las arcas comunitarias la financiación para compensar la aportación prevista de las empresas que iban a desarrollarlo.