Investigación científica

Los genes ayudan a escoger una terapia para cada tipo de tumor

Los genes ayudan a escoger una terapia para cada tipo de tumor
Los genes ayudan a escoger una terapia para cada tipo de tumorlarazon

El objetivo de la investigación traslacional (IT) es trasladar, en el menor tiempo posible, los resultados de la básica a la clínica. «Investigación que sólo es posible a través de un enfoque multidisciplinar que contemple la colaboración entre los investigadores clínicos y los básicos. El trabajo conjunto entre ambos conseguiría hacer el camino más corto para alcanzar nuevos avances en beneficio del paciente», ha afirmado Miguel Beato, director del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, en el marco del VIII Simposio Internacional de «Cáncer de Mama: Un reto en la era de la Biomedicina», organizado recientemente en la ciudad condal por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam). Los avances conseguidos a través de la IT han ayudado a clasificar los diferentes tipos de tumores de mama y a definir cuál es la terapia más adecuada para cada paciente y, tal y como subraya este experto, «hacer realidad el tratamiento individualizado. Hoy en día no se concibe hacer de otra manera la investigación biomédica, pero tampoco hay que perder de vista la investigación básica». Actualmente, los trabajos que se realizan en el área de cáncer de mama se centran en definir la señal de identidad genética de cada tumor, lo que permitirá un enfoque terapéutico específico para cada caso. «A través de la genómica, que es el estudio del origen, funcionamiento y evolución de los genes, podemos llegar a clasificar mejor los distintos tipos de tumor. Esos mismos genes apuntan hacia dianas terapéuticas concretas. La aplicación, pues, de todo esto es identificar los fármacos que inhiban algunos de los mecanismos que provocan el crecimiento tumoral». La infraestructura necesaria para llevar a cabo este tipo de estudios científicos contempla la existencia de un centro de investigación prácticamente conectado a un hospital y donde los científicos se dediquen a tiempo completo a la investigación básica y clínica e interactúen. «Además de contar con equipos multidisciplinares de oncólogos, patólogos e investigadores básicos, se requiere un alto grado de coordinación entre las distintas disciplinas para poder alcanzar una investigación que tenga una aplicación clínica con una cierta celeridad», concluye Beato.