Teatro

Nueva York

Los herederos de Nacho Duato piden paso

Los principales coreógrafos españoles analizan para LA RAZÓN el futuro de la Compañía Nacional de Danza (CND) sin su director actual y valoran la intención de Cultura de buscar un «Mortier del baile» para sustituirle.

Los herederos de Nacho Duato piden paso
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Es la sucesión más esperada de la Administración, pues pocos cargos públicos son capaces de sobrevivir a los temporales y naufragios de un ministerio durante veinte años. El Código de Buenas Prácticas –por el que los directores de centros de Cultura serán elegidos a través de un concurso público– ha forzado lo que tanto ministros del PP como del PSOE no habían logrado: poner una fecha de caducidad al reinado de Nacho Duato. En enero de 2010 la Compañía Nacional de Danza (CND) conocerá al sucesor del coreógrafo valenciano que dejará la compañía en julio de ese año. En estos dos decenios Duato ha logrado introducir a la CND en el circuito internacional, pero también ha cosechado la enemistad de las figuras españolas por su escasez de invitaciones. El nuevo ballet de UllateUnos días después de conocerse que Cultura quiere un gran nombre internacional («un Mortier de la danza») para sustituir a Duato, los principales creadores españoles se muestran unánimes en que hay talento suficiente en España como para encontrar al sucesor: «Por favor, que no venga alguien de fuera», dice abiertamente Sol Picó, que ha puesto su nombre en primera fila con espectáculos como «Bésame el cactus» y que ahora gira con «El llac de les mosques» («El lago de las moscas»). Independientemente de la nacionalidad del elegido, el concurso tendrá un número considerablemente menor de aspirantes desde que Cultura decidiera crear junto a la Comunidad de Madrid una compañía de danza clásica dirigida por Víctor Ullate y dejar a la CND como impulsora de lo contemporáneo. «Creo que "El lago de los cisnes"es tan importante como las composiciones de Mozart», explica Blanca Li, responsable del Centro Andaluz de Danza y creadora de amplia experiencia internacional, que prepara en París una versión actualizada de «El jardín de las delicias» de El Bosco, que estrenará con su compañía en Montpellier a principios de verano. Ramón Oller, que está a punto de celebrar los 25 años de Metros con «Bolero», es uno de los pocos coreógrafos españoles invitados por Duato a la CND durante estos veinte años, opina que «el concurso puede ser tan manipulable y cínico como el nombramiento a dedo».Casi todos los consultados apoyan la decisión del director de la compañía de llevarse las piezas que creó para la CND, aunque muchos, como el propio Oller, critican la falta de previsión política: «Es una dificultad que se debía haber previsto, tanto por la compañía como por la Administración, aunque creo que Duato está en todo su derecho de llevarse sus coreografías». Chevi Muraday, líder de la compañía madrileña Losdedae, Premio Nacional de Danza y que también trabajó con Duato en la CND, cree que «es un genocidio cultural que se disuelva una compañía de autor después de veinte años», aunque entiende que debe haber relevo para Duato. También hay quórum en que a la CND le falta aire fresco. Cesc Gelabert, cuya compañía residente en el Lliure de Barcelona prepara el estreno de «Sensaci» y «Conquasabit» para abril, opina que «ocurren estas cosas cuando tienes una compañía a medida de un coreógrafo. Lo bueno sería que se formara un repertorio propio». Gelabert tampoco entiende cómo una formación nacional ha estado al servicio de un solo creador: «En mi compañía yo soy el coreógrafo y mi mujer la directora, pues somos nosotros quienes nos jugamos el dinero. Blanca Li también asiente: « Sería aconsejable que la CND se abriera a otros creadores». Oller espera que Cultura no secunde a Cataluña, «que apoya un tipo de danza experimental y sectaria». Nadie rechaza que la CND es un caramelo, aunque para algunos no demasiado dulce. Oller, por ejemplo, advierte que hará falta un empujón institucional para que algunos candidatos se presenten. Así pasó cuando él se postuló para director del Ballet Hispánico de Nueva York: «Presenté la candidatura porque me arroparon. Tengo confianza en que el director general del Inaem y el ministro de Cultura hayan previsto esto». Y, él, que vive en Cataluña, deja caer: «Madrid me gusta más que Barcelona». Mano dura y creatividadCon ventaja parte Blanca Li, experimentada en la dirección de compañías y única representante de la danza galardonada por el Gobierno este año con la Medalla de Bellas Artes. Li admite que «no se me había pasado por la cabeza», pero la califica como «una propuesta interesante». Aun así, la coreógrafa, según su experiencia al frente del Ballet de la Ópera Cómica de Berlín, advierte de que «las dificultades logísticas hacen que tu capacidad creativa se anule». A Cesc Gelabert no se le caerían los anillos por participar en el concurso: «No se va a evaluar la calidad de los profesionales, sino cómo concibe la compañía cada uno». A lo que no cierra las puertas es a colaborar con creaciones: «Nunca he podido permitirme una pieza para veinte bailarines, ni una orquesta». «20 minutos de Sol Picó para la CND no estarían nada mal», dice la interesada con la intención de colaborar, pero de presentar el proyecto, «ahora mismo no». El escaso respaldo institucional ha propiciado que los creadores se refugien en el circuito alternativo con compañías pequeñas, de ahí su nula experiencia en grandes conjuntos. Éste sería el caso de Carmen Werner («no me importaría enfrentarme a un reto así, pero me asusta»), Chevi Muraday, que no descarta presentarse; Mónica Runde (al frente de 10&10 danza); y Andrés Corchero (alma máter de Rara Avis). Quien sí tiene experiencia suficiente es Rafael Bonachela, que está al frente de la Compañía de Danza de Sidney.

Aluvión de concursos El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) renovará todos los cargos de sus unidades en esta legislatura, lo que supondrá un aluvión de concursos en los próximos meses. Las propuestas empezarán a llegar un año antes del relevo y el director entrante se incorporará a la unidad seis meses antes de la salida del anterior. Así, el concurso para el Ballet Nacional de España está a punto de ponerse en marcha, pues José Antonio se marchará en enero de 2010. El 31 de agosto de 2010 lo hará Luis Olmos (Zarzuela), en junio de 2011, Turina (Jonde) y Guerra (CDMC), en agosto de 2011, Gerardo Vera (CDN) y Eduardo Vasco (CNTC).