París

Los investigadores descartan que el Airbus de Air France explotara en pleno vuelo

Los expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa que tratan de esclarecer el siniestro del Airbus que cayó al mar entre Río de Janeiro y París el pasado 1 de junio descartan que el aparato explotara en pleno vuelo. Esta es una de las conclusiones del informe sobre el siniestro que la BEA presentó hoy en rueda de prensa, en la que anunció que se mantendrá la búsqueda de las cajas negras del aparato hasta el próximo día 10. El examen de las piezas recuperadas hace pensar que el avión de Air France llegó a rozar el agua y luego sufrió una "fuerte aceleración vertical"para evitar caer al océano Atlántico, precisó el responsable de la investigación, Alain Bouillard. Esa aceleración vertical se ha podido constatar en algunos de los 640 elementos recuperados del avión como, por ejemplo, en donde se guarda la comida para los pasajeros, ya que, según explicó Bouillard, todas las bandejas estaban en el fondo del mueble. Otra conclusión importante a la que han llegado los investigadores es que "los pasajeros no estaban preparados para un amerizaje", dijo, porque ninguno de los chalecos salvavidas estaba hinchado. Por lo que se refiere a las sondas encargadas de medir la velocidad del Airbus, Bouillard indicó que, aunque se constataron "incoherencias"en las mediciones del vuelo, son un elemento más a tener en cuenta a la hora de analizar lo ocurrido, pero "no la causa"del accidente. El responsable de la BEA señaló que, una vez haya concluido el período de búsqueda de las cajas negras, aplazado ahora al próximo día 10, se abrirá una segunda fase de la investigación del accidente. En esa nueva etapa, los investigadores contarán con otros medios y seguirán un método de análisis diferente al que han utilizado hasta ahora. Desde que se produjo el accidente el 1 de junio y hasta que el pasado viernes se dieron por finalizadas las operaciones de búsqueda de restos de las víctimas, se recuperaron 51 cadáveres, de los que 35 fueron identificados por médicos forenses brasileños. El Airbus de Air France transportaba un total de 228 personas de 32 nacionalidades.