El Cairo

Los iraníes mantienen el pulso con el régimen

Musavi convoca a sus seguidores a rezar por las víctimas y los ayatolás amenazan con ejecuciones

Los iraníes mantienen el pulso con el régimen
Los iraníes mantienen el pulso con el régimenlarazon

A las multitudinarias manifestaciones contra el presidente Ahmadineyad, que se repiten a diario, se suma una jornada de duelo, prevista para hoy jueves, por los siete muertos en los enfrentamientos del pasado lunes entre prorreformistas y las milicias Basij del régimen. «Pido al pueblo iraní que se congregue en las mezquitas y realice marchas pacíficas para consolar a las familias de los mártires y heridos en los recientes acontecimientos», animó en su pagina web el líder reformista Mirhossein Musavi, que también se unirá a los rezos por las víctimas. Los seguidores del derrotado Musavi volvieron a desafiar ayer a las autoridades iraníes y acudieron a la plaza Haft-é-Teherán para pedir la anulación de las elecciones presidenciales, pese a que el Gobierno ha prohibido las concentraciones de la oposición. La marcha pacífica proMusavi se convocó «boca a boca», burlando el bloqueo de internet y los mensajes sms impuesto por las autoridades iraníes. Los portales de internet se han convertido en el nuevo blanco del régimen, sobre todo desde que el Gobierno restringió los permisos de prensa para cubrir las marchas a los corresponsales extranjeros. La Guardia Revolucionaria –élite militar que responde al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei– señaló a través de una agencia estatal de noticias que los portales iraníes y los «bloggers» han de eliminar cualquier tipo de material que «provoque tensión». Las agencias de información siguen sometidas a la censura, igual que los corresponsales extranjeros a los que se les niega una prórroga del visado. La escalada de las protestas representa una amenaza para el régimen de los ayatolás, que ha aplacado con puño de hierro cualquier acto de disidencia desde el derrocamiento del Sha, en 1979. Por ello, las autoridades han emprendido una campaña de arrestos contra los líderes de la oposición, a quienes acusan de incitar a los iraníes a revelarse contra el Gobierno. Ayer, las fuerzas de seguridad detuvieron a más activistas prorreformistas y al editor del diario financiero Sarmayeh, Saeed. Incluso, un fiscal provincial advirtió de que quienes provoquen disturbios podrían enfrentarse a la pena de muerte.

 

Mientras las autoridades estrechan el cerco a políticos e intelectuales reformistas, el jefe del comité de campaña de Musavi, Ali Akbar Mohtashami Pour, puso ayer en duda la imparcialidad del poderoso Consejo de Guardianes, que se encargará de evaluar las irregularidades en las votaciones. «Por los actos que se han llevado a cabo, el pueblo no confía en el Consejo de los Guardianes y, por lo tanto, no puede supervisar las quejas que hemos presentado», advirtió el jefe de la campaña de Musavi, que aportó nuevas pruebas de fraude electoral. Mohtashami Pour citó, entre otras irregularidades, que en algunas circunscripciones electorales «los votos emitidos superan el número de electores».

 

Investigarán los crímenesEl ministro iraní del Interior, Sadegh Mahsuli, ordenó ayer que se abra una investigación sobre el asalto ocurrido en la residencia de la Universidad de Teherán el pasado fin de semana. Según la radio pública de Irán, Mahsuli envió una carta al gobernador de Teherán en la que hace hincapié sobre la importancia de los estudiantes y solicita que se investiguen los hechos. Para ello, el ministro pidió «la formación de un equipo de expertos para identificar a los culpables».