Leonor y Sofía reinan en la Pascua de Mallorca

Resulta prácticamente inevitable. Cada una de las apariciones públicas de las infantas Leonor y Sofía eclipsa a los demás miembros de la Familia Real. Ayer, a las puertas de la catedral de Palma de Mallorca, ataviadas ambas con un vestido de flores y una rebeca torera azul, concentraron el mayor número de aplausos y vítores. Y es que los Reyes, acompañados de los Príncipes de Asturias y sus hijas Leonor y Sofía, acudieron a la misa del Domingo de Resurrección al templo, como es tradición durante la estancia de la Familia Real en la isla en las vacaciones de Pascua, que este año se ha visto interrumpida por la reciente renovación del Gobierno de Rodríguez Zapatero.El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, portando la mitra y el báculo, recibió a las puertas de la catedral primero a Don Juan Carlos y a Doña Sofía y, posteriormente, Don Felipe y Doña Letizia, así como a sus hijas Leonor y Sofía. Manos unidasLas pequeñas no dieron muestra alguna de timidez cuando el prelado se acercó a darles un beso en el pórtico de la catedral. Ambas respondieron –con algo más de soltura Leonor–, aunque sin separarse de la mano, tal y como bajaron del coche que condujo al Príncipe. Tanto la Reina como la princesa Letizia, vestida con pantalón blanco y chaqueta de color tostado con adornos dorados, han respondido saludando con la mano a los gritos de «guapa, guapa» procedentes del público –mayoritariamente extremeño– congregado a las puertas de la Seo. Si el año pasado el comentario más escuchado entre los presentes fue la ausencia de Jaime de Marichalar, en esta ocasión ha sorprendido que no acudieran a la celebración los Duques de Palma y sus hijos, así como la infanta Elena y sus hijos Froilán y Victoria Federica.