Policía

Los saqueadores de Navas del Rey

La Razón
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Madrid- Hasta hace poco más de un año el tópico era real en Navas del Rey: sus habitantes dejaban las puertas abiertas cuando salían de sus casas. Nada podía pasar, aparentemente en un rincón tranquilo del oeste de Madrid que parecía vivir al margen del estrés de la gran urbe y del descontrolado crecimiento del extrarradio, lejos, muy lejos de la peligrosidad y la delincuencia generalizada. Pero el oasis ha dejado de serlo. De un año a esta parte una verdadera «epidemia» de robos se ha desatado en la zona y se ha intensificado en las últimas semanas. Un saqueo continuado del que no ha escapado ni el párroco (robado en un par de ocasiones) ni las instalaciones de una universidad (de donde se sustrajo numeroso material informático) ni, por supuesto, los vecinos, que ven, asustados, como los ladrones no dudan en entrar en los domicilios pese a que sus dueños estén dentro en ese momento.

Ése es el caso de D., una mujer que vive con su marido en un tercer piso y que pasó por el difícil trago de encontrarse con un encapuchado en su pasillo linterna en mano.

Ahora lo recuerda con humor, pero reconoce que lo pasó mal. «Creía que era mi hijo, que había llegado tarde. Yo estaba durmiendo con mi marido y oía ruido. De repente me incorporo y veo a un hombre con un pasamontañas y una linterna, en mi propia puerta. Entonces se fue, sin llevarse gran cosa». Experiencias como ésta han cambiado mucho la sensación general en el pueblo, de algo más de 2000 habitantes, y conocido por sus hermosos parajes.

Ante la oleada de sucesos parecidos, la Guardia Civil afirmó en septiembre que aumentaría los efectivos en la zona. Lo cierto es que, pese al esfuerzo y los éxitos parciales, la situación del destacamento de Navas es espejo de lo que sucede en muchas otras localidades. Sólo cuatro de las diez plazas concedidas están ocupadas, otras seis, según comentan los vecinos, están vacías por encontrarse de baja sus titulares. «Con tres o cuatro guardias ya me dices tu qué van a poder hacer», se queja J., un comerciante de la zona, «si tienen que ocuparse de Navas, Chapinería, San Martín de Valdeiglesias y dos urbanizaciones que hay aquí al lado. Es imposible, hombre, y con las carreteras que hay».

Desde el Ayuntamiento afirman que la situación está de nuevo bajo control. De hecho, el ocho de noviembre, agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Puesto de Navas del Rey, lograron la detención de F.L.A., español de 42 años, por su presunta implicación en varios robos. Pero no parece que una sola detención vaya a solucionarlo todo. D. lo tiene claro: «Los que entraron en mi casa desde luego no eran españoles, les oí hablar».

Se desmarca, sin embargo, de cualquier acusación contra colectivos concretos. Aquí en general los inmigrantes que hay se han relacionado bien y están trabajando duro». Por ahora las reuniones entre vecinos, Ayuntamiento y Guardia Civil no han avanazado demasiado para solucionar el problema.