Empleo

UGT apoya a Zapatero a pesar de los cuatro millones de parados

Zapatero arremete contra Rajoy por criticar el adelanto del Debate del Estado de la Nación al próximo mes de mayo.

UGT apoya a Zapatero a pesar de los cuatro millones de parados
UGT apoya a Zapatero a pesar de los cuatro millones de paradoslarazon

Madrid- Más de cuatro millones de parados no son un argumento de peso suficiente para los sindicatos para convocar una huelga general. Eso sí, esta medida de presión está descartada siempre y cuando el Gobierno «siga siendo el mejor aliado del trabajador» o, lo que es lo mismo, siempre y cuando la recesión no le fuerce a meter la tijera al gasto social. En este escenario de alianzas, el secretario de Organización y Comunicación de la UGT, Jose Antonio Cubillo, aseguró ayer que su central no convocará ninguna huelga que «debilite» al Gabinete de Zapatero, «mientras sea el mejor aliado de los trabajadores». Por ello, restó importancia a una tasa de paro del 17,36%, según los últimos datos de la EPA. Es más, consideró esa cifra «una consecuencia de la crisis que estaba prevista. Se espera que la evolución futura sea la creación de empleo», pronosticó.A la historia Visto lo visto, José Luis Rodríguez Zapatero podría pasar a los anales de la historia como el primer presidente democrático que no afronta un paro general. De hecho, no está dispuesto a dar ni media coartada a los sindicatos para convocarlo. De ahí que ayer, una vez más, saliera al paso del debate sobre el abaratamiento del coste del despido puesto encima de la mesa por la CEOE. Ante la crisis y el aumento del paro, su Ejecutivo, aseguró, nunca acordará ni despidos más baratos, ni recortes de protección social. Con esta promesa, descartó un gran pacto anticrisis con el resto de las fuerzas políticas basado en estas dos cuestiones.En la clausura del Congreso extraordinario del PSdeG, Zapatero no pudo evitar hacer gala de su natural optimismo. Por ello, vaticinó el triunfo de España en el combate contra la crisis y el desempleo, un día después de conocerse que el paro superó, por primera vez, la barrera de los cuatro millones de personas. A su juicio, este éxito se logrará manteniendo los derechos laborales y la cohesión social. Amén del fomento de la inversión pública y de la preparación de los cimientos para un nuevo modelo de crecimiento, que base la recuperación económica no en el ladrillo.Retrocesos en las conquistasZapatero se curó ayer en salud y advirtió de que en las próximas semanas y meses «se multiplicarán las voces de aquellos que quieren contratos con menos derechos, facilitar el despido y de quienes desean recortes del gasto social», pero serán las voces de quienes no precisan recibir ayudas, aunque «cuando lo necesitan las piden, da igual que sean empresas u otras entidades».Tras reiterar su convicción de que España superará la crisis y garantizar que se hará contando con los trabajadores, sindicatos y empresarios, aseguró que encara la actual situación del merado laboral, con 4,010 millones de parados, con responsabilidad y «dejando a un lado cualquier interés táctico, partidista y coyuntural». De ahí que arremetiera contra el presidente del PP, Mariano Rajoy, por criticar la decisión de no celebrar el debate sobre el estado de la Nación tras las elecciones europeas del 7 de junio y adelantarlo a mayo. «¿Acaso la situación económica y del empleo que vive el país no aconseja hacer cuanto antes el debate y no cuando uno tenga el cálculo político y electoral táctico?» se preguntó.Mientras se detiene el aumento del paro, el Gobierno trabajará para caminar hacia un modelo de crecimiento que permita crear empleos estables y de mayor calidad. Es lo que hará, en su opinión, al país «más fuerte ante cualquier circunstancia de debilidad o de un ciclo adverso». Un modelo de crecimiento al que se llegará después de un proceso de ajuste «duro», después de los «excesos» que se cometieron en el ámbito de la construcción, que permitieron «engrosar los beneficios de muchos codiciosos, para luego tener que acabar con graves problemas en el sector financiero».Eso sí, será un proceso «duro y difícil», pero «hay que cambiar el modelo de crecimiento si queremos que la futura etapa de prosperidad económica se base en una economía más sólida e innovadora». Eso exige «cambiar la piel del mercado laboral. El empleo que se está destruyendo es el precario y el temporal». «Ése va a ser el rumbo. No me faltará determinación para mantener con fortaleza la inversión pública necesaria, las políticas sociales y de protección a los desempleados, a los pensionistas, y en el ámbito de la educación, la sanidad y la dependencia», prometió.DiálogoPara afrontar ese proceso, el ministro de Trabajo pidió ayer a la CEOE que plantee sus propuestas en la mesa del diálogo social. «No niego ninguna reforma», pero deben debatirse las que «se estimen necesarias» en el seno de esa mesa. El Gobierno apuesta «decididamente» por discutir con los agentes sociales «cuantas medidas sean menester para ayudar a buscar una respuesta al paro». Además, abogó ayer por la creación de una «renta de protección social, ligada a la formación y al empleo», dirigida a los desempleados que han agotado los subsidios. Para ello, apostó por un gran pacto entre ayuntamientos, autonomías y Estado para hacer que las personas que tenían un nivel de protección y acaban la protección no tengan la consideración de excluido social».