Andalucía
Madrid y Valencia consideran un castigo la nueva financiación
Al final, el «traje» financiero que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que confeccionaría «a la medida» de las comunidades no ha sentado igual de bien a todas. De «vergüenza», «incoherente» e «insolidario» han sido algunos de los calificativos. Madrid y Valencia han manifestado su profundo malestar ante el borrador que el Gobierno les ha remitido sobre el nuevo modelo de financiación autonómico, un sistema que atribuyen a una negociación «partidista» y «sectaria» que les ha dejado muy por debajo de comunidades como Cataluña o Andalucía, que están por encima de la media.
Para la Comunidad de Madrid, la propuesta de reforma es un documento «incoherente» y lleno de laberintos que lo único que persigue es «castigar cada vez más a los madrileños». La «tortura estadística» que el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, ha intentado encajar no ha dado luz a las necesidades de la comunidad, puesto que «se han eliminado 300.000 ciudadanos de la financiación común y 600.000 de la sanitaria. Por ello, exigió al Gobierno una «inmediata rectificación» de las bases estadísticas del documento. Sólo entre 1999 y 2009 la población de Madrid creció un 23,61 por ciento, es decir, 7,5 puntos más que la media nacional; 10,2 puntos más que Andalucía y 3,3 puntos más que Cataluña.
El «oscurantismo absoluto» que desde la consejería de Madrid atribuyen a la gestión del «sudoku» autonómico «sólo se explica cuando se pretende mentir descaradamente como han hecho con el documento que nos han remitido, un texto que atenta contra las bases del Estado de las Autonomías», criticó Beteta.
Perjuicio deliberadoLo que no adelantó el consejero madrileño es cuál será la postura que tomará la Comunidad de Madrid en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de mañana. El consejero de Economía madrileño se reunió ayer con el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, para poder aclarar estas cuestiones y le trasladó la «auténtica tomadura de pelo» de la propuesta «diseñada conscientemente para perjudicar los intereses de la Comunidad de Madrid y para minorar la financiación». A Valencia las cifras tampoco le cuadran. El consejero de Economía, Gerardo Camps, advirtió ayer de que la Generalitat «no puede aprobar y aplaudir el modelo tal y como está porque discrimina a los valencianos» y es insolidario con el territorio.
El consejero Camps reclamará mañana en el CPFF un total de 2.400 millones de euros para la Comunidad Valenciana para equipararse a la recibida por catalanes y andaluces, que cifró en 3.855 y 3.100 respectivamente. Es por eso por lo que censuró que de los 2.000 millones de euros más que se han incrementado a los recursos adicionales, «ni uno solo vaya para Valencia». En el cuartel general del PP insisten en que la financiación beneficia a las regiones más ricas, lo que supone un «retroceso en términos de solidaridad». Su portavoz económico, Cristóbal Montoro, tachó de «inmoral» la nueva jugada del Gobierno, que hará que Andalucía y Cataluña se lleven el 51 por ciento de los fondos. Montoro lamentó la «filosofía» del nuevo sistema, que consiste en «dar más a quienes más tienen».
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