Mesa del Congreso

Malas artes del bipartito gallego con dinero ajeno

La Razón
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El bipartito gallego está en funciones desde las elecciones del 1 de marzo. Los ciudadanos castigaron su gestión, que, fundamentalmente consistió en primar políticas a favor del sectarismo, además de fomentar el dispendio en gastos suntuarios, mientras se olvidaban de los problemas reales de los gallegos. La tradición no escrita de la democracia dicta que las administraciones salientes deben limitarse a la tarea burocrática diaria sin comprometer al futuro gobierno. El bipartito hace justo lo contrario, como si tratara de minar la gestión del PP antes siquiera de que asuma el control. Socialistas e independentistas han entrado en una fiebre de adjudicaciones de obras que superan los 180 millones de euros. Esa frenética actividad contrasta con la parálisis de su etapa de gobierno. No supieron gestionar la victoria durante estos cuatro años ni tampoco digieren la derrota.