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Más de 600 viajeros soportan retrasos de hasta dos horas en los trenes a Madrid

Dos Alvia llegaron casi dos horas tarde a Madrid al quedarse parado uno de ellos en Valladolid. 

La Razón
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Valladolid/Málaga-Las nuevas líneas de AVE siguen dando disgustos a los pasajeros. En Valladolid, los perjudicados ayer fueron 600 pasajeros de dos trenes Alvia. En este caso, uno de los trenes (procedente de Santander) se quedó en la estación vallisoletana y tuvo que ser remolcado por otro convoy, lo que taponó al Alvia que venía detrás, que acumuló una hora y cuarto de demora frente a las dos horas y media que sufrió el tren averiado.

También uno de los trenes de Alta Velocidad que cubre la ruta entre Málaga y Madrid llegó ayer a la capital de España con 40 minutos de retraso, convirtiéndose en el quinto convoy que acumula demoras desde que se inauguró el servicio hace una semana. Renfe achacó de nuevo el contratiempo a problemas informáticos que impiden que el tren «lea» correctamente las señales de la vía, lo que bloquea el ordenador de la locomotora. La incidencia afectó a 140 viajeros. La quinta tardanza en una semana en la línea Málaga-Madrid se produjo en el tren que salió de la capital malacitana a las siete y diez de la mañana. Esta nueva incidencia obligará a Renfe a devolver la totalidad del importe de los billetes a los 140 viajeros afectados al superar el trayecto en media hora el horario previsto. Los retrasos de días anteriores en estos trenes entre Málaga y Madrid perjudicaron a 600 pasajeros.

El convertidor de señales

La compañía ferroviaria achacó el incidente, como en casos anteriores, a que el convertidor de señales que lleva el tren no identifica algunas de ellas, lo que implica que el ordenador se pare y a su vez el tren se detenga. Estos sistemas informáticos están ya en proceso de modificación, según Renfe, que cifra la puntualidad de los trenes de esta línea en sus cinco primeros días de funcionamiento en el 96 por ciento, informa Efe.

En cuanto a los dos Alvia, casi 600 pasajeros se vieron afectados por un problema con el cambiador de ejes de San Isidro, situado pocos metros antes de la estación Campo Grande de Valladolid. El nerviosismo se apoderó de algunos de los afectados, a los que tuvieron cerca de una hora en los andenes a la intemperie, sin ofrecerles ni una sola explicación.

Algunos viajeros llegaron a insultar a los empleados de Renfe, teniendo que trasladarse hasta la estación efectivos de la Policía Nacional, que al final lograron calmar a los afectados. Pese a que Renfe se comprometió a devolverles íntegramente el montante de los billetes, algunos se mostraban desesperados ya que no llegarían a tiempo a coger otro enlace ferroviario o aéreo en la capital de España.

Finalmente, el tren averiado, que cubría el trayecto entre Santander y Madrid, tuvo que ser remolcado por otro Alvia, de la línea Gijón-Madrid, que le empujó, y que también llegó con más de una hora de retraso a la capital vallisoletana. Renfe explicaría después que fue «un problema del vehículo y no así de la línea». Alrededor de las 12:30 horas de la mañana partían hacia Madrid ambos Alvia. Uno, dos horas después del horario que estaba previsto, y el otro con hora y media de demora.

La empresa responsable de las instalaciones ferroviarias de seguridad y señalización de la línea de Alta Velocidad Madrid-Valladolid advirtió por su parte que se pueden producir en algún caso retrasos en estos trayectos, por lo que pidió disculpas a los viajeros que puedan verse afectados. La compañía vuelve a responsabilizar de los parones en el tráfico ferroviario a «alteraciones en los sistemas informáticos» y a la «climatología cambiante». Las sociedades que forman parte de la Unión Temporal de Empresas responsable de la línea Madrid-Valladolid (Indra, Siemens, Thales, Dimetronic e Instalaciones Inabensa) aseguran que la complejidad de este tipo de instalaciones conlleva en la primera fase de explotación comercial la realización de determinados «ajustes que son inevitables efectuar con circulaciones comerciales» y recuerdan que pueden repetirse en próximas semanas.