Estados Unidos

McCain: Estados Unidos ha hablado claro

John McCain reconoció su derrota pronto en cuanto las proyecciones daban a Barack Obama más de los 270 delegados necesarios para ser elegido presidente y felicitó a su rival por convertirse en el nuevo presidente de Estados Unidos y por la "lección histórica"dada por los electores.

La Razón
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En las afueras del hotel Biltmore, en el condado de Phoenix, Arizona, McCain dijo a sus seguidores que "el pueblo de Estados Unidos habló y lo hizo claramente". Los abucheos al nombrar a Obama no se hicieron esperar pero el republicano les mandó callar.
"Por favor... Es una elección histórica y reconozco el especial significado que tiene para los afroestadounidenses", indicó el senador por Arizona acompañado de su esposa Cindy McCain.
Afirmó que tanto él como el presidente electo, el primer hombre negro en llegar a la Casa Blanca, han luchado contra "las viejas injusticias"y enfatizó que el senador por Illinois ha logrado algo muy grande para él y para el país, aunque las diferencias que los separan aún se mantienen.
Frente a una multitud apagada por el resultado adverso, el aspirante por el gobernante Partido Republicano pidió a las personas que lo apoyaron que le ofrezcan al nuevo presidente medios para unir a los estadounidenses y alentó a sus seguidores a seguir adelante a pesar de que "es natural estar decepcionado".
"Peleamos hasta lo último, pero el fracaso es mío, no de ustedes", aseveró. También agradeció a su compañera de fórmula, la gobernadora de Alaska Sarah Palin, y señaló que ella "es una nueva voz en nuestro partido". Palin, acompañada de su marido, lo escuchaba con los ojos enrojecidos.
El senador reconoció que todos los candidatos cometen errores durante las campañas y que "yo debo haber cometido los míos". Sintetizó que fue candidato "del país que amo y ahora soy su siervo". Finalizó diciendo que "Obama fue mi rival y ahora será mi presidente".
El equipo de campaña de McCain había preparado el evento "La Noche de la Victoria Electoral 2008", a realizarse en el hotel Biltmore de Arizona, esperando ganar estas elecciones que se han convertido en históricas para Estados Unidos aunque en el fondo sabían que era muy complicado.