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Nashville

«Me he puesto ciega a huevos rotos»

Hannah Montana, la adolescente más famosa del mundo, presenta su película en Madrid

«Me he puesto ciega a huevos rotos»
«Me he puesto ciega a huevos rotos»larazon

«El otro día vi en una tienda pasta de dientes y "kleenex"de Hannah Montana. Es un honor, pero me da apuro que la gente se lave con mi cara». A sus 16 años, Miley Cyrus sabe que es una superestrella planetaria que canta, actúa y sonríe. Basta ver a los cientos de «fans» –la mayoría con dientes de leche– que la han perseguido en las escasas 24 horas que ha estado en nuestro país. En Estados Unidos, su película ha recaudado 56 millones de dólares en dos semanas, y en España se prevé lleno absoluto en los 387 cines que la proyectarán a partir del 8 de mayo. «Noto la presión y siento que tengo que ser responsable a la hora de vestirme, ser educada», reconoce enfundada en tacones y pegada a su Blackberry. Cuando le toca enfrentarse a los periodistas imposta la voz –por aquello de que la tomen en serio–, pero, a medida que pasan las preguntas, se relaja con una madurez, no pedantería, que la aleja del divismo de Britney Spears y sus excentricidades: «Parte del problema de perder las riendas de tu vida viene de olvidar de dónde vienes. Es bueno parar y darte tiempo para pensar. Además, tengo una familia que es una fortaleza para mí», comenta. Los pies en la tierraSu película cuenta precisamente eso: cómo su padre en la ficción y en la realidad, Billy Ray Cirus, le hace apearse durante dos semanas del burro hollywoodense y, ejerciendo de madre de la Pantoja, se la lleva a Nashville, el pueblo perdido de Tennessee que la vio nacer. «Tiene los pies en la tierra, es muy inteligente y no hace falta que la reprenda», defiende su padre. «Y, aunque no lo creáis, cuando estoy en casa, como cualquier niña, tengo que fregar los platos, echar una mano», apostilla Miley. En su paso por España ha podido comprobar que las clases de castellano que recibe desde hace cinco meses funcionan. «En el hotel la gente hablaba de mí pensando que no les entendía, pero algo captaba y creo que era bueno», comenta. También ha quedado prendada de nuestra gastronomía. ¿Paella? No. Algo más llano: «Me he puesto ciega a huevos estrellados».

«Me compensa perder mi privacidad» Ayer estaba en Madrid, hoy en París. ¿Es vida ésta para una menor? Miley no tiene problema en contestar: «Es verdad que vivo en un mundo de mayores, pero no me estoy perdiendo mi juventud. Lo que sí he perdido es mi privacidad, sin embargo, me compensa por todo lo que estoy viviendo», explica consciente del peaje que tiene que pagar por ser una princesa Disney. Adolescente prodigio o producto de marketing según se mire, ya prepara su próxima película, «The last song» y dice estar preparada para afrontar la vida cuando el huracán Hannah Montana remita y Miley pierda a su «alter ego». «Lo que tengo claro es que quiero seguir haciendo cine», sentencia.