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Merkel celebra con Tusk y Topolanek la apertura de fronteras en Europa

La canciller alemana, Angela Merkel, celebró hoy con los primeros ministros de Polonia y la República Checa, Donald Tusk y Mirek Topolanek, respectivamente, la apertura de las fronteras de la Unión Europea hacia el este del continente con la ampliación del llamado espacio de Schengen. 
Durante un acto festivo en la pequeña localidad sajona de Zittau, en el triángulo fronterizo que forman Alemania, Polonia y la República Checa, Merkel calificó la jornada de «momento histórico» y subrayó que los ciudadanos de la UE pueden moverse ya con total libertad por 24 países del Viejo Continente.
«Desde Suecia a Italia, desde Portugal a las repúblicas bálticas se puede viajar sin control de pasaportes», dijo la canciller alemana, quien destacó que esta nueva libertad no se ha conseguido gratuitamente. 
Tras hacer referencia al «triunfo de la libertad», Donald Tusk comentó haber crecido en un mundo en el que las fronteras parecían insuperables y recordó que hace pocos años Europa estaba todavía dividida por el Telón de Acero y la Guerra Fría. 
«Ahora hemos conseguido superar la frontera más difícil: la del miedo y el temor», dijo el primer ministro de Polonia, cuyo país pasa ahora a proteger las fronteras exteriores del espacio de Schengen en sus fronteras con Rusia, Bielorrusia y Ucrania. 
Igualmente entusiasmado se mostró el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, quien habló de la caída de las fronteras como «símbolo de la unificación y el entendimiento de los pueblos». 
En ese sentido, Pöttering destacó que el lugar escogido para la fiesta esta lleno de simbolismo, ya que el triángulo que forman Alemania, Polonia y la República Checa cuenta con un pasado histórico lleno de guerras y enfrentamientos. 
El acto festivo esta mañana en Zittau se vio precedido la pasada medianoche con la apertura oficial de la frontera germano-polaca en la localidad de Fráncfort del Oder, el hasta ahora principal paso aduanero por tierra entre el Este y el Oeste de Europa.
Miles de personas se sumaron a los festejos en la ciudad al borde del río Oder, que se vieron coronados con una gran verbena popular y fuegos artificiales.